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AGENCIAS-MOSCÚ El nuevo líder ruso, Dmitri Medvédev, criticó ayer la política occidental de «revisión de fronteras» al presidir el primer desfile militar con misiles intercontinentales y armamento pesado en la Plaza Roja desde la caída de la URSS.

«Debemos tomarnos muy en serio los intentos de interferir en los asuntos de otros Estados. Más aún, los intentos de revisar las fronteras», dijo Medvédev durante un breve discurso desde la tribuna instalada a espaldas de las murallas rojas del Kremlin.

Medvédev, Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de Rusia, reiteró las críticas vertidas por su antecesor, Vladímir Putin, al reconocimiento de la independencia de Kosovo por Estados Unidos y parte de la Unión Europea.

«No se deben menospreciar las normas del derecho internacional, sin las cuales no sería posible la seguridad y un orden mundial justo», dijo el flamante presidente ruso, jurista de formación.

Además, criticó veladamente a EEUU al asegurar que la historia enseña que «los conflictos militares no estallan por sí mismos, sino que los instigan aquellos cuyas ambiciones irresponsables se sobreponen a los intereses de países y continentes».

Medvédev, que hizo estas afirmaciones durante su primer acto público desde que fuera investido este miércoles como presidente ruso, puso de manifiesto que seguirá al pie de la letra la política exterior marcada por su predecesor durante los últimos ocho años.

Putin fue quien decidió reanudar los grandiosos desfiles militares de la era soviética para conmemorar el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, una impresionante demostración de poder militar.

Por primera vez desde la caída de la Unión Soviética, el kremlin ha vuelto a exhibir material bélico en esta parada militar, incluidos misiles intercontintentales y bombarderos estratégicos.