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Lejos de dar marcha atrás, la empresa argelina Sonatrach se mantiene firme y recondujo ayer las acusaciones en sentido contrario, es decir, hacia Repsol YPF y Gas Natural, después de que el lunes decidiese rescindir el contrato a ambas compañías para la explotación del yacimiento de Gassi Touil. De hecho, Sonatrach exige ahora daños y perjuicios a las compañías españolas, por el «fiasco industrial» provocado por ambas. Habrá que esperar a que, tal y como confían todas las empresas en litigio, los tribunales de arbitraje inclinen la balanza.

Según un comunicado de Sonatrach difundido en la prensa de Argelia, Gas Natural y Repsol YPF deberían abonar daños y perjuicios a la compañía africana por el «fiasco industrial» provocado en Gassi Touil.

La compañía argelina reiteró también la decisión de retomar en exclusiva el control de las operaciones de exploración, producción, licuefacción y comercialización del yacimiento de gas natural más importante de Argelia. Dicha postura se adoptó pese a que las españolas habían habían resultado adjudicatarias en 2004 en un concurso internacional.

«Sonatrach ha iniciado un procedimiento de arbitraje con Repsol y Gas Natural en el que pide la reparación del daño sustancial que se le ha causado», subrayó en el documento. Además, la empresa argelina «lamenta profundamente el tono político gratuito» adoptado desde la petrolera y la gasista españolas, tratando de «atribuir de manera injustificada al Estado argelino la decisión de rescindir el contrato», y no, como habría sido, al «no respeto de los plazos de construcción» de las instalaciones previstas.

Desde España, el Gobierno negó ayer que el ministro Moratinos negociara sobre el conflicto durane su visita a Argel el pasado 26 de julio. Mientras, fuentes de Repsol rechazaron ayer realizar más declaraciones que las remitidas el lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en respuesta a la supresión del contrato. La petrolera mantiene la decisión de acudir al tribunal de arbitraje de Ginebra para exigir daños y perjuicios a Sonatrach por el «lucro cesante» causado por la «expropiación».

Por otra parte, fuentes de Sonatrach rehusaron comentar la información aparecida ayer en un diario de Madrid y en la que se mencionaban negociaciones de la argelina con el banco Santander para adquirir el 30% de Cepsa. «Por el momento, no hay una respuesta oficial sobre este asunto», se limitaron a decir respecto a sus aspiraciones en Cepsa, participada en un 48% por total, seguido del Santander, IPIC, Unión Fenosa, y algo más de un 6% perteneciente al 'free float' en bolsa.