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EFE-FRANCE PRESS
La canciller alemana, Angela Merkel, confirmó ayer su propósito de definir a finales del actual semestre presidencial alemán en la UE una «hoja de ruta» que permita resolver la cuestión constitucional antes de las elecciones europeas de 2009. «Otra cosa sería un fracaso histórico», dijo Merkel, al presentar el programa de la presidencia alemana ante el pleno del Parlamento Europeo.

La canciller, que no dedicó ni un minuto al tema de la inmigración, defendió que el nuevo tratado debe prever nuevas «reglas» de funcionamiento en las instituciones europeas, clarificar el reparto de competencias entre la UE y los Estados miembros e incorporar la figura del ministro de Exteriores europeo. «Esta (última) ya es razón suficiente para un Tratado Constitucional», dijo Merkel, que puntualizó también que el nuevo texto debe evitar ser «demasiado farragoso».

El método para sacar el tema constitucional del «callejón sin salida» en que ha quedado tras el rechazo al proyecto original en Francia y Alemania, pasa en primer término por realizar «consultas confidenciales con los gobiernos para conocer sus objeciones», dijo la canciller. Merkel descartó la sugerencias de algunos eurodiputados de abrir una nueva convención constitucional -«el tiempo del debate general ha pasado»- o de organizar un referéndum único en toda Europa -«no me parece factible», dijo. Además, sin citar a nadie, lanzó un mensaje a los países que, como el Reino Unido, son reacios a supeditar la entrada de Croacia o de otros países candidatos a la UE a una reforma institucional previa. «Los que están a favor de continuar la ampliación, y yo tengo mis dudas, tienen que saber que con la base jurídica actual no tenemos ninguna posibilidad de que haya más ampliaciones», subrayó.