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AGENCIAS-MOGADISCIO/ADÍS ABEBA
Las milicias de la Unión de Tribunales Islámicos somalíes (UTI) empezaron ayer a retirarse de la capital ante la inminencia de la ofensiva conjunta de las milicias del Gobierno Federal de Transición somalí (GFT) y sus aliados del Ejército de Etiopía, según informó SomaliNet.

Las tropas del Ejército etíope y del GFT avanzaban ayer hacia Mogadiscio, y preveían que el puerto estratégico de Kismayo cayera en breve.

Testigos presenciales aseguraron que no existe ningún poder efectivo en Mogadiscio, con lo que terminan ocho meses de control islamista de la ciudad, en el norte de la cual algunos milicianos islamistas entregaron sus armas a una milicia local, que ya tiene el control de una zona de la capital.

La UTI, por su parte, mantiene que la retirada de sus milicianos es estratégica, ya que carecen del armamento pesado con el que cuenta el Ejército etíope, pero aseguraron que comenzarían una guerra de guerrillas contra los ocupantes.

Ayer mismo cayó en manos de los efectivos gubernamentales, liderados por antiguos 'señores de la guerra', la ciudad de Jowhar, la última gran plaza de la carretera que une el norte del país con Mogadiscio. Un antiguo 'señor de la guerra', Mohammed Dheere, aseguró tras el asalto que las milicias del Gobierno de transición somalí y el Ejército etíope atacarían hoy la capital.

Algunos de los habitantes de Mogadiscio comenzaron ya la huida ante el temor a los enfrentamientos y se dirigieron a las regiones cercanas de Somalia.

Sin embargo, el primer ministro de Somalia, Ali Mohamed Gedi, aseguró que no bombardearían la capital. «No tenemos intención alguna de atacar Mogadiscio, pero estamos seguros de que seremos bienvenidos si entramos en la capital», aseguró. «A quienes buscamos es a los insurgentes extranjeros y los perseguiremos hasta acabar con ellos», afirmó, ya que «los islamistas han convertido al país en una base del terrorismo internacional».