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EFE-LONDRES
El antiguo espía ruso Alexander Litvinenko, en una declaración que dejó antes de morir, acusó al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de estar detrás de su muerte por envenenamiento, y lo calificó de «brutal» y «despiadado». Frente al University College Hospital, de Londres, donde Litvinenko murió la noche del jueves por causas que aún se desconocen, su amigo Alex Goldfarb leyó la nota que el ex agente dejó escrita el pasado día 21 cuando se daba cuenta que podía morir.

Litvinenko subrayó, además, que el responsable de su grave estado era «indigno» de su cargo y le acusó de no tener respeto por «la vida, la libertad o valor civilizado». «Usted ha mostrado ser tan brutal y despiadado como sus más feroces críticos han denunciado», puntualizó la nota, leída ante los periodistas y en presencia de Walter Litvinenko, padre del ex espía.

«Usted puede tener éxito en silenciar a un hombre, pero los alaridos de protestas de todas partes del mundo van a resonar, Señor Putin, en sus oídos el resto de su vida«, afirmó. «Que Dios le perdone por lo que ha hecho, no sólo a mí, sino a la querida Rusia y a su pueblo«, señaló.

«Usted ha demostrado -agregóno ser digno de la confianza de hombres y mujeres civilizados». El padre del ex espía, con la voz entrecortada, afirmó a los periodistas: «Este régimen es un peligro mortal para el mundo».

Con lágrimas en los ojos, dijo que su hijo murió por «una diminuta bomba nuclear. Era tan pequeña que no se podía ver. Pero la gente que le mató tiene grandes bombas nucleares y misiles y no se debería confiar en esa gente».