El ex agente del KGB ha sido llevado a cuidados intensivos por un ligero deterioro de su salud.

TW
0

EFE-LONDRES
El ex espía ruso Alexander Litvinenko, fuerte crítico del régimen del presidente Vladímir Putin, continuaba ayer en estado grave en un hospital de Londres tras enfermar por supuesto envenenamiento, en un caso que recuerda a la «guerra fría».

Litvinenko, ex agente del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB soviético) y refugiado en el Reino Unido desde 2000, ha sido llevado a cuidados intensivos por un ligero deterioro de su salud, informó el Hospital Universitario, donde permanece ingresado. En un comunicado, el jefe del departamento de Hematología, Stephen Rowley, señaló que la condición de Litvinenko es seria y fue trasladado a cuidados intensivos como medida de precaución.

El hospital ha dejado claro que el caso del antiguo agente está en manos de Scotland Yard, que investiga las circunstancias de su aparente envenenamiento con talio, una especie de raticida incoloro, inodoro e insípido, capaz de causar la muerte con tan sólo un gramo.

El ex agente ruso, de 44 años, enfermó el pasado día 1 tras reunirse en secreto con Mario Scaramella, un profesor universitario italiano con buenos contactos en el mundo del espionaje, en un restaurante japonés en el centro de Londres, según la prensa, que añade que Scaramella le facilitó nombres de las personas que podrían estar involucradas en el asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya, que Litvinenko estaba averiguando.

Un portavoz de Scotland Yard ha confirmado que «agentes de la Dirección Especializada en Delito investigan un envenenamiento sospechoso. Nadie ha sido detenido y las pesquisas continúan». Los amigos de Litvinenko creen que ha sido envenenado porque era crítico del régimen de Moscú.

Alex Goldfarb, que le ayudó a solicitar refugio en el Reino Unido hace seis años, apuntó directamente al régimen ruso, si bien admitió que no tenía «pruebas directas» al respecto.