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FRANCE PRESS-NAYAF
Las Fuerzas estadounidenses e iraquíes se preparaban ayer para el asalto inminente del mausoleo del imán Alí en Nayaf, donde se atrincheran los milicianos del jefe radical chií Moqtada Sadr. En la capital, los ministros iraquíes de Medio Ambiente y de Educación fueron blanco de dos atentados, de los que salieron con vida y en los que murieron cinco personas además del kamikaze, y seis resultaron heridas.

Los guardias nacionales iraquíes, auxiliares del Ejército, se sumaron por primera vez a la ofensiva de las tropas estadounidenses y recibieron órdenes del Gobierno interino de capturar vivo o muerto a Moqtada Al Sadr. «Si Al Sadr se rinde, estará sano y salvo, si resiste, se enfrentará a la muerte o a la prisión», dijo el ministro de Defensa, Hazem Chaalan. «Fuerzas iraquíes se van a acercar al mausoleo en espera de la señal de asalto. Sólo tienen algunas horas».

El ministro parecía confirmar así la inminencia del asalto, mientras los cientos de guardias nacionales y soldados estadounidenses rodeaban por completo el reducto de un kilómetro cuadrado en el que se atrincheran los milicianos chiíes.

También el gobernador de Nayaf, Adnan al Zorfi, había advertido antes de que la Guardia Nacional «limpiará la ciudad y el mausoleo de los milicianos si no salen por voluntad propia. Estamos listos y esperamos la autorización de Bagdad».

El primer ministro iraquí Iyad Alaui exige que el Ejército del Mehdi abandone el mausoleo, entregue las armas a las fuerzas de seguridad iraquíes y se transforme en un partido político para poner fin a los combates que arrecian desde el 5 de agosto en Nayaf.

Por su parte, el jefe de la diplomacia iraquí, Hoshyar Zebari, rechazó la propuesta de Irán de celebrar una reunión urgente de los vecinos de Irak, alegando que la situación en Nayaf es un asunto interno que no se debe internacionalizar.