Un iraquí, desafiante ante la cámara, expresa su «alegría» subido sobre uno de los vehículos en los que viajaban los agentes españoles.

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El presidente anunció haber dado instrucciones al Ministerio de Defensa para que adopte cuantas medidas sean necesarias para la mejor garantía de la seguridad de las fuerzas y, en particular, de los miembros del CNI. «España es una nación fuerte que conoce de cerca el dolor y que sabe que la unidad es su principal fuerza. Ahora es el momento de mantenerla más intensamente que nunca», afirmó.

Por último dijo que la presencia del CNI en Irak es «imprescindible» para combatir el terrorismo. «Nadie mejor que ellos sabían el riesgo que corrían y, a pesar de saberlo, quisieron luchar contra el terrorismo que nos amenaza aquí y allí», nombrando uno por uno a los agentes fallecidos que «han trabajado para nuestra libertad y servicio dentro y fuera de España».

«La memoria de nuestro siete compatriotas asesinados en Irak es la que dignifica a todos los que han dado su vida para que la nuestra sea mejor y más segura», señaló.

El secretario general del PP, Mariano Rajoy, ratificó las palabras del presidente y, además de expresar su dolor y condolencia más sincera, explicó que estas siete muertes «no nos pueden hacer desistir de nuestro compromiso con la paz y la libertad y con el pueblo iraquí».

Pero la oposición quiere que las tropas regresen a España cuanto antes. José Luis Rodríguez Zapatero, quien expresó su «máxima solidaridad» con las familias de los siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia asesinados en Irak, así como con las Fuerzas Armadas, reiteró su deseo de que las tropas españolas regresen a España «cuanto antes».

«Sé cuales son los sentimientos de la mayoría de los ciudadanos sobre la guerra, sé que sabéis los míos, pero permitidme que pida, ante todo, que tengamos nuestra expresión de máxima solidaridad con las víctimas, sus familiares y las Fuerzas Armadas».