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EFE/FRANCE PRESS El consenso logrado ayer en la reunión de G-8 más Rusia abre las puertas a la paz, pero deja incógnitas. Así, la secretaria de Estado de EE UU, Madeleine Albright, y su colega británico, Robin Cook, evitaron adelantar plazos porque «todo depende de cómo evolucione la situación sobre el terreno», durante una rueda de prensa conjunta al concluir la reunión del G-8 (los siete países más industrializados y Rusia) en Colonia (Alemania).

La secuencia a partir de este momento sería la siguiente, según Albright: «mientras se debate el texto en el Consejo de Seguridad, las fuerzas militares, paramilitares y policiales yugoslavas deberán iniciar el repliegue, proceso que será verificado por la OTAN y durante el que se detendrán los bombardeos».

Llegados a ese punto, la Alianza verificará si la retirada de tropas es «importante» y «aceptable» desde el punto de vista militar y entonces el Consejo de Seguridad dará luz verde al proyecto de resolución sobre Kosovo. En este sentido, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, manifestó su esperanza en que «los obstáculos que puedan presentarse no sean insuperables».

El Consejo de Seguridad se reunió ya a puerta cerrada para celebrar consultas sobre Kosovo. También el Consejo Atlántico de la OTAN se reunió ayer para evaluar el texto redactado en Colonia, que aunque no cita expresamente a la Alianza sí deja claro entre líneas que será la responsable de los aspectos militares de la operación una vez que se retiren las fuerzas serbias.

La retirada de esas fuerzas será «prácticamente total» ya que algunos efectivos permanecerán en las fronteras, pero sólo «como observadores y sin ninguna capacidad de control», subrayó Albright. Este era uno de los apartados que ha retrasado el acuerdo definitivo, así como cuál será la participación rusa en la fuerza internacional de paz para Kosovo, que ha quedado -este últimopendiente de una negociación definitiva.

El consenso conseguido por el G-8 en Colonia ha sido acogido con esperanza y alivio por la comunidad internacional. La OTAN dio la bienvenida al «avance» logrado por el Grupo de los Ocho que, según el portavoz civil, Jamie Shea, «despeja el camino para una solución para la crisis de Kosovo y también para una paz duradera».