El presidente colombiano, Andrés Pastrana, anunció ayer un diálogo
«sin condiciones ni presiones» con el Ejército de Liberación
Nacional (ELN) si este grupo libera a todas las personas que
secuestró en un avión y un templo católico.
«Quiero insistirle al ELN para que fije una fecha de liberación
de todos los secuestrados, e inmediatamente después de que ello
suceda el Gobierno estará dispuesto, en el lugar que se quiera,
para reiniciar los diálogos sin condiciones ni presiones que
permitan abrir caminos de reconciliación con este grupo
guerrillero», declaró Pastrana en una televisión colombiana.
Pastrana añadió que la puesta en libertad de los rehenes, cuya
cifra se estima en casi un centenar, «será entendida como la
expresión de una verdadera voluntad de paz del ELN y de su mando
central».
Por lo pronto, la guerrilla guevarista liberó ayer «por razones
humanitarias» a cinco personas, del más de medio centenar de
feligreses secuestrados el domingo pasado, según informaron las
autoridades locales.
Los liberados son un joven de 17 años, dos mujeres y dos hombres
de avanzada edad que presentaban problemas de salud, dijo a los
periodistas Humberto Alzate, gobernador encargado del departamento
del Valle, cuya capital es Cali.
Por otro lado, los desplazados colombianos que llegaron a
Venezuela huyendo de enfrentamientos entre la guerrilla y los
paramilitares en la zona fronteriza iniciaron ayer el retorno a su
país, confirmó el director de Derechos Humanos del Ministerio de la
Defensa, coronel Nelson Daniels Torres.
El primer contingente fue integrado por 900 desplazados
colombianos, de un total de 2.006 que arribaron a Venezuela. Este
país se comprometió a acoger a este éxodo sin precedentes.
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