En torno a un centenar de civiles albano-kosovares podrían haber
perdido la vida y otros tantos resultar heridos en la madrugada del
viernes en una aldea de Kosovo. En lo que parece haber sido un
nuevo error aliado, varios misiles impactaron en una granja de
Korisa, aldea al nordeste de Prizren (suroeste de Kosovo), en la
que pernoctaban varios cientos de desplazados albano-kosovares.
Las escenas eran espeluznantes, según recogía la televisión
serbia. De confirmarse de que se trata de un nuevo error de la
OTAN, éste sería el error más importante de los aliados desde que
se iniciaran hoy hace 52 días los ataques contra el régimen
yugoslavo.
Por el momento se desconoce el número exacto de muertos, que
dependiendo de las fuentes oscilan entre los 56 y el centenar, y
los medios serbios explican que la confusión se debe en gran medida
a que los proyectiles despedazaron o carbonizaron los cuerpos de
muchas de las víctimas.
En las primeras imágenes de Korisa difundidas ayer por la tarde
podía verse una decena de tractores con remolque dañados, algunos
despedazados y otros incendiados, mientras toda la zona presenta un
aspecto desolador, cubierta de cenizas y humeando.
La mayoría de las víctimas, según la agencia serbia «Beta», eran
mujeres y niños y, según los primeros in les mostraron los daños
provocados por la Alianza Atlántica en la autopista de Belgrado a
Nis, tramo que forma parte de lo que hasta 1991 fue la comunicación
terrestre más corta entre Europa Occidental y Grecia.
La OTAN investiga un posible nuevo error, en el que habrían
muerto al menos 79 civiles kosovares, mientras se intensifican las
gestiones diplomáticas al más alto nivel y a diferentes bandas para
tratar de hallar la formula política que ponga fin al conflicto de
Yugoslavia.
La OTAN, que no descarta la posibilidad de que sus aviones hayan
atacado al convoy en el que había albano-kosovares supuestamente
utilizados como «escudos humanos» por los serbios, anunció que
llevará a cabo una «investigación completa» para aclarar los hechos
acaecidos en la aldea kosovar de Korisa.
Según el portavoz aliado, Jamie Shea, los resultados se harán
públicos «tan pronto como los tengamos» y recordó que la OTAN «no
tiene objetivos civiles».
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