Carmen Calvo con su camiseta feminista. | SERGIO PEREZ

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«Yes, I am a feminist». Toda una declaración de intenciones. Carmen Calvo fue este 28A la imagen del empoderamiento de las mujeres. No solo por su camiseta, lo fue por ser el compendio perfecto de la movilización de miles de mujeres en esta jornada electoral.

La camiseta que lució la vicepresidenta en funciones del Gobierno para celebrar la victoria del PSOE no pasó desapercibida en Twitter. Muchos usuarios aplaudieron el outfit feminista que se enfundó la política para reivindicar el papel de la mujer en la sociedad. La prenda low-cost es de Mango, tiene un coste de 17,99 euros y, este lunes por la mañana, ya estaba agotada.

El mensaje que quiso lanzar era directo. De hecho, Calvo ha explicado en una entrevista a la Cadena Ser que la tenía «archilavada» y guardada para ese momento. No fue una casualidad. El movimiento feminista es uno de los más potentes y progresistas del siglo XXI. Hace sólo unas décadas las mujeres estaban vetadas en las urnas. No tenían ni voz ni voto.

En 1931 el parlamento español concedió el sufragio femenino gracias a la lucha de Clara Campoamor y el 19 de noviembre de 1933 pudieron acudir a las urnas. Este domingo también lo hicieron. La camiseta de Calvo sólo fue el reflejo de ese 60 % del voto femenino que representaron las mujeres estas elecciones generales.

También ha matizado que «las mujeres de este país son una parte brillante de la democracia española» y se la puso como una reivindicación de la igualdad.

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No sólo fue una declaración de intenciones. Fue una forma de plantar cara a todos aquellos comentarios que han hecho otros partidos durante la campaña. Ella tiene clara la batalla que quiere ganar. «Soy feminista desde que tengo uso de razón», decía el pasado mes de noviembre en una entrevista para el diario El Mundo.

Quizá es el primer paso hacía un Gobierno de las mujeres. La lucha de muchas es la de Carmen Calvo. Sí, ella es feminista.