De izquierda a derecha, Jaime Martínez, Miquel Iceta, Jaume Ripoll, la reina Letizia, Irène Jacob, Marga Prohens, Aina Calvo y Llorenç Galmés, sobre el escenario del Atlàntida Film Fest. | Pere Bota

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Noche mágica, como las de las películas, la que ha acogido este domingo La Misericòrdia, como ya manda la tradición, para poner el broche final, con sello real incluido, a la 13 edición del Atlàntida Mallorca Film Fest. Ante un auditorio repleto de amantes del cine, muchos de ellos cómplices de la propia industria y otros cinéfilos de renombre, la cita cultural del verano en Palma se despidió con el abrazo, una vez más, de la reina Letizia, que no falló al que algunos ya llaman ‘su’ festival para hacer entrega a la reconocida actriz Irène Jacob de su premio Master of Cinema. La monarca estuvo acompañada por las nuevas autoridades insulares como la presidenta del Govenr, Marga Prohens, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, además de el Ministro de Cultura, Miquel Iceta.

Jaume Ripoll, el culpable en cierto sentido de todo el sarao al ser fundador y director del Atlàntida, agradeció la presencia de Su Majestad por la «visibilidad» que aporta a un festival que sigue asentándose, año tras año, por sí solo.

Prueba de ello son los 23.000 espectadores que se han alcanzado en los distintos eventos de Mallorca de este año, suponiendo un récord histórico para un ciclo que prueba, una vez más y como destacó Riploll en su parlamento, «que hay público para otro cine que no es solo el de rosa», y cerró su discurso haciendo suyo el lema de Filmin: «El cine te puede cambiar la vida».

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El público ovacionó las palabras de Ripoll, que también aprovechó para reivindicar la figura de los padres y los profesores, aquellos que «nos inician en el mundo del cine». Uno de estos mentores para muchos de los presentes en el público fue Agustí Villaronga, cuyo nombre acompaña desde este año al ganador de la Mejor Película Nacional, que recayó en Sueños y pan, de Luis Soto Muñoz (con mención especial para Las chicas están bien, de Itsaso Arana) y que fue entregado por la artista Susy Gómez, amiga personal deVillaronga, y pareja de Juan Antonio Horrach, galerista, colaborador y amigo del festival. Fue, como pueden imaginarse, un momento emotivo ante un auditorio repleto de amigos y conocidos de los mencionados.

Soto Muñoz no pudo estar presente en la gala, aunque agradeció el premio a través de un vídeo. La que sí subió a recibir su reconocimiento fue Arana, quien destacó que «nadie olvida a la primera persona que le sacó a bailar, por lo que no os olvidaré jamás» y destacó el hecho de que el festivla hiciera posible que «Gaspar Noé pudiera ver mi película, que es algo muy especial».

Tras los diferentes galardones, llegó uno de los momentos más esperados de la velada: la entrega de manos de la Reina del premio Master of Cinema a Irène Jacob, uniéndose a los ya galardonados Gaspar Noé, que lo recibió el viernes, y Liv Ullmann, que no ha podido acudir a Mallorca debido a la huelga de Hollywood. En su discurso, Jacob recordó que fue «la cáida del Muro de Berlín» lo que le permitió ser «una actriz europea» y conocer a «Kieslowski», anécdota que recuperó en referencia a los conflictos que atraviesan Europa, ante lo cual denunció que «el miedo a los otros es un pecado», justo antes de cerrar su discurso recitando Contigo, de Luis Cernuda. Tras la ovación final, aún quedaba noche: Creatura, de Elen aMartín y ganadora en Cannes sería proyectada y seguida por el concierto de Alice Wonder. La fiesta no hacía más que empezar.