Michael Jackson, el 6 de mayo en Burbank, Los Ángeles, aplaudido por algunos de los bailarines que iban a participar en sus conciertos en Londres.

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AGENCIAS Parece que las explicaciones sobre la muerte de Michael Jackson, que falleció el jueves por un fallo cardíaco, tardarán en llegar. La policía de Los Angeles se reunirá hoy con Conrad Murray, médico personal de Jackson y testigo de su muerte. Murray, cardiólogo, se encontraba en paradero desconocido desde el jueves, cuando habló con las autoridades. Sus abogados afirmaron ayer que «quiere colaborar porque no tiene nada que esconder».

Según algunas informaciones, el doctor fue contratado hace unas semanas para supervisar la salud de Jackson por AEG Live, la empresa promotora de los 50 conciertos que el artista iba a hacer este verano en Londres. Un vehículo del médico, que vivía con el artista en la casa que éste tenía alquilada en Los Angeles, fue remolcado desde allí «porque podría contener medicamentos u otras evidencias que pueden servir de ayuda al juez de instrucción», indicaron fuentes policiales. Murray, que ejerce en California, Nevada y Texas, tiene un historial profesional limpio, pero habría estado sufriendo numerosos problemas financieros: tuvo que pagar hasta 400.000 dólares por diferentes demandas judiciales relativas a préstamos y créditos.

Fuentes del portal digital TMZ indicaron que la policía llamará también para prestar declaración al doctor Tohme Tohme, amigo y representante de Jackson durante mucho tiempo, en relación con una posible «conexión indirecta» con la prescripción de narcóticos al cantante. Varios medios informaron de que Michael Jackson consumía habitualmente Demerol, Dilaudid y Vicodin, tres fuertes calmantes, una combinación a la que el propio cantante habría denominado «tónico de salud». El fallo cardíaco se podría deber a una dosis excesiva del medicamento.

La autopsia de Jackson, practicada el viernes, no aclaró las causas de la muerte y deberá complementarse con nuevas pruebas toxicológicas, neurológicas y pulmonares. Ayer el cuerpo fue entregado a la familia. Al cierre de esta edición, varios medios americanos apuntaban que los familiares iban a encargar a una empresa privada una segunda autopsia al cadáver.

Johnny Caswell, presidente de Center Staging Musical Productions, un estudio de Burbank donde Jackson estuvo ensayando hasta hace unos días, afirmó ayer que el cantante «estaba trabajando duro, dando ejemplo, controlando la coreografía», y parecía animado. Randy Philiphs, promotor de la gira londinense de la empresa AEG, afirmó que Jackson pasó más de cuatro horas de exámenes médicos sin problemas y que la noche antes de su muerte demostró encontrarse en buen estado en un ensayo realizado en Los Angeles. Lisa Marie Presley, ex esposa del cantante e hija de Elvis Presley, escribió en su blog que «sabía exactamente» cuál sería su destino: «temía acabar como Elvis», apuntó.