Los fundadores de la compañía, Marta Barceló y Biel Jordà, en el teatro Mohamed VI. Foto: CARLES DOMÉNEC

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JONAS CLIMENT

La compañía mallorquina Res de Res está trabajando en su próximo montaje, con el título provisional Setembre, que se estrenará a mediados de junio en el Teatre Principal. La obra está coproducida por el Mercat de les Flors de Barcelona, que acogerá la representación una vez interpretada en Palma.

Marta Barceló, corresponsable de la compañía, explicó que, siguiendo su línea, «ofreceremos un espectáculo de creación experimentando con el lenguaje del teatro circo». Además, Barceló adelantó que el montaje «estará dirigido por Biel Jorda y Leandre Ribera»; éste último es un clown de prestigio nacional e internacional. Mientras que el reparto estará formado por Laia Oliveras, Albert Bordonada, Pepe Bosch y la propia Marta Barceló.

Por otras parte, Res de Res acaba de regresar a la Isla después de una exitosa gira por tierras marroquíes con su montaje Tempo. La compañía ha viajado como uno de los grupos invitados en el Festival de las Dos Orillas, una muestra de teatro, que ha celebrado su primera edición, con el objetivo de ofrecer «espectáculos de artistas marroquíes, de creadores españoles y otros nacidos de la colaboración de unos y otros», según se explica en el programa del festival, que organiza la Fundación Instituto Internacional del Teatro Mediterráneo. La compañía mallorquina tuvo, además, la suerte de que Televisión Española retransmitiera un fragmento de una de sus funciones durante la gira marroquí.

Marta Barceló confesó que, antes de participar, «íbamos con cierta inquietud porque, aunque ya hemos girado fuera de España, este espectáculo era la primera vez que lo sacábamos fuera e íbamos a presentarlo en un país tan diferente como Marruecos, donde apenas están acostumbrados al teatro y menos al que hacemos nosotros». Preocupación que, no obstante, desapareció poco después de subirse a los escenarios, donde disfrutaron de una magnífica acogida del público, mayoritariamente marroquí. «En Casablanca estuvieron muy atentos a cada movimiento de los actores; en Marraquech disfrutaron en un sentido más infantil, riendo y aplaudiendo sin parar; mientras que en Rabat el público se pareció más al europeo, un poco más serio». En el plano personal, Barceló se confesó sorprendida en su primera visita al país vecino: «Estamos tan cerca, sin embargo Marruecos es otro mundo. Resulta fascinante ver que allí todavía existen contadores de historias circulando por los mercados».