La artista, en plena acción, trabajando en su estudio.

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L.MOYÀ

Primero fue «un reto» y una «gran responsabilidad» y, después, «una enorme alegría». Con estas palabras describía ayer Francesca Martí desde El Cairo cómo se sentía tras el premio otorgado al pabellón español de la X Bienal Internacional de Arte de la ciudad egipcia, que acoge su instalación Sou. «Me siento bien, está siendo una experiencia única y positiva. No me lo esperaba». La artista competía con otros 47 países, principalmente del mundo árabe, que se reparten en tres edificios diferentes. El pabellón español ocupa unos 120 metros cuadrados del Museo de las Artes de El Cairo, un espacio que Sou llena en su totalidad. «Estoy muy contenta con cómo ha quedado la obra, algo que destacó el jurado internacional encargado de dar los galardones». Precisamente, España se llevó uno de los cinco premios que otorga la bienal por «lo novedoso del proyecto, que mezcla diferentes técnicas artísticas», y, también, porque el jurado, tras ver el montaje, dijo que «había sentido lo que era el arte».

Fotografía, pintura y proyecciones audiovisuales. Sou, como es habitual en la obra de Martí, bebe de varias fuentes para crear un todo que se divide en cuatro apartados: Soul I, Movements Soul II, The Back y Magdalena y Brigite. La música de Joan Valent, «mi inspiración cuando preparaba el proyecto», completa la pieza. «El Ministerio de Asuntos Exteriores está trabajando en la posibilidad de que la pieza itinere por diferentes ciudades internacionales». De momento, la artista está ultimando su participación en dos exposiciones, una en Estambul y otra en Suiza, que están a punto de cerrarse. «Me queda mucho trabajo por hacer, pero sé que continuaré con la misma línea». Una línea que indaga en el concepto de movimiento y que ya se mostró en la feria Art Cologne.

La artista ha tenido tiempo para recorrer la bienal. «He visto cosas interesantes, sobre todo de autores árabes, con unas obras más infantiles y puras que me han llamado mucho la atención. Me han gustado». Y es que, el evento, es una «excelente oportunidad para ver lo que se hace en la actualidad en el resto del mundo». Igual que el premio, que, «tras la repercusión mediática obtenida», impulsará la carrera de Francesca Martí.