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L.M./P.G.

La Fundación Bartolomé March parece haber vuelto a la normalidad. El anterior presidente, Manuel March, hizo ayer su primera comparecencia pública tras el escándalo que salpicó a la institución y que dividió a la familia March, provocando el cese de Basilio Baltasar como director general. Para demostrar el buen entendimiento, la familia ha puesto fin a los procesos judiciales que mantenían enfrentados a los dos bandos, que se disputaban la propiedad de un Goya, «La duquesa de Benavente», y el «Tríptico de Biniforani».

Manuel March aseguró que la fundación «continúa su camino» con normalidad y que los actos programados siguen «adelante» a la espera de nombrar un «nuevo director». «El patronato trabaja para dar continuidad a las actividades programadas». March afirmó que «se han retirado todos los pleitos existentes» debido al buen clima familiar reinante» y al hecho de haber llegado a un acuerdo. Manuel March aseguró, también, haber visto el Goya en Madrid, aunque confirmó que será «el Govern el que decida cuál será el destino del Goya».

Respecto a la colección de arquetas pertenecientes a la familia, teóricamente un conjunto indivisible, March corroboró que la familia se las «repartió» y que se habían «dispersado», es decir, vendido a otros. Sin embargo, «ahora ya vuelven a estar en manos de la familia». El CIM, por su parte, explicó que la colección «no puede separarse porque el expediente fue incoado como conjunto en 1986», según fuentes del servicio de patrimonio. Respecto a la venta de algunas de las piezas, el Consell aseguró «no tener constancia».

La crisis estalló el 30 de junio cuando Manuel March desconvocó una junta de patronos al enterarse de que había perdido la confianza de la mayoría y de que iba a ser dimitido del cargo. La reunión, sin embargo, se celebró pero ni Manuel March ni Basilio Baltasar asistieron. A partir de entonces empezó una ofensiva que tuvo a Baltasar como protagonista y a Marita March como blanco de sus acusaciones. El enfrentamiento terminó con la designación de Luis Alberto Salazar como nuevo director y la destitución de Basilio Baltasar.