Santiago Calatrava. Foto: J. TORRES

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PAQUITA GIMENEZ Considerado como una de las máximas autoridades en el campo de la arquitectura contemporánea por su talante de visionario, por su habilidad para conjugar el cálculo, la energía y la tensión, y por su capacidad de construir un lenguaje abstracto inspirándose en formas orgánicas, Santiago Calatrava estuvo ayer en Palma despachando asuntos profesionales.

"¿Qué es para Santiago Calatrava la arquitectura? "Para hablar de arquitectura es muy útil mirar atrás y darse cuenta de la importancia de la arquitectura en la historia. Actualmente, tiene un papel importantísimo en cuanto a lo que se refiere a lo cotidiano y en cuanto a la herencia de lo que dejamos a los que nos siguen. Tengo una profesión que me gusta y que creo que es muy importante que se ejecute con gran dignidad y con un gran sentido de la calidad.

"¿Cómo se puede ser fiel a la tradición incorporando los avances del progreso?
"Nuevo es lo que pasa hoy y si los que nos precedieron hacían cosas nuevas porque lo que hacían no existía, si queremos serles fieles, de algún modo tenemos que hacer cosas nuevas. No sólo hay que ser fiel en la forma, también hay que serlo en el espíritu.

"¿Qué constantes destacaría en sus obras?
"Una de las cosas que caracteriza a mis obras es el tipo de trabajo, en el sentido de que la mayor parte de mi trabajo es obra pública y, por tanto, de todos. En cuanto a lo que eso comporta, he entendido desde siempre que la arquitectura tendría, respecto a nuestro tiempo, una misión de servicio y, respecto al futuro, una misión de representar nuestro tiempo cuando ya no estemos.

"Usted ha dicho que la asignatura pendiente del siglo XXI es la periferia de las ciudades, los problemas urbanísticos y la mejora del saneamiento.
"Efectivamente. Si se piensa en las nuevas ciudades europeas que tienen una escala moderada y poseen medios para sustentarse y dar un mínimo de condiciones, en comparación con otras ciudades como México o el Cairo, uno se encuentra frente a problemas de una magnitud increíble, que están fuera de la capacidad de intervención de un ayuntamiento. Ahí se abre una gran brecha.

"¿Cómo afrontaría esas deficiencias?
"Uno de los problemas fundamentales es el transporte, el movimiento dentro de nuestras ciudades. Moverse significa drenar y drenar significa tener acceso a los lugares, con lo cual, todo lo que se refiere a obras de infraestructura es fundamental para mejorar las ciudades. También es importante la infraestructura de tráfico, siempre supeditada al transporte público y a la infraestructura sanitaria.

"¿Cómo valora las críticas?
"Creo que la polémica ha sido siempre buena. Que exista denota dos cosas: que la obra incita a la gente a expresarse y que la gente tiene libertad para hacerlo. También me parece estupendo porque, en el fondo, me concibo a mí mismo y a mi obra como algo de mi tiempo y tengo el deseo de reflejar en ella las preocupaciones de este tiempo.