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El Obispado inauguró ayer la nueva Biblioteca Diocesana de Mallorca que, ubicada en la Casa de la Iglesia, cuenta con un fondo bibliográfico de 125.000 volúmenes. La mitad han sido editados antes del siglo XIX consiguiendo que sea, según el director de la biblioteca, el padre Gabriel Seguí, «una de las más importantes del Estado en bibliografía antigua y una de las más importantes de Balears en cantidad de volúmenes.

A los libros editados antes del siglo XIX tienen que sumarse 150.000 manuscritos y más de 9.000 incunables. A la presentación acudieron el vicepresidente de la biblioteca, Teodor Suau; el obispo Teodor Úbeda y el cardenal bibliotecario de la Santa Sede, Jorge Maria Mejía. En ella se destacó el centro como una fundación pública eclesiástica que se abrirá a todos los interesados a partir del mes de septiembre. El fondo bibliográfico está integrado por volúmenes del Centro de Estudios Teológicos de Mallorca, el Colegio la Sapiència, el Museo Diocesano, el Seminario de Mallorca, la biblioteca Episcopal, el Archivo de la Curia diocesana y donaciones particulares.

Entre los volúmenes hay un «Llibre de Contemplació» de Ramón Llull del siglo XIV, un «evangelari» de 150 folios, también del XIV que estaba en la Cartoixa, una «Grammatica» del 1527 o los «Sermones. pars tertia» de Sant Vicenç Ferrer de 1525. Para completar este proyecto, el Obispado ha mantenido contactos con la UIB con el fin de informatizar el fondo empezando por los manuscritos e incunables. Por otra parte, el cardenal Mejía consideró que la Biblioteca debe convertirse en un centro «todo lo contrario de un depósito de libros» y la calificó como un espacio «que tiene que ser usado, un instrumento de la cultura al servicio del público», en el que los interesado puedan «satisfacer su sed de conocimiento».