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«Como bolsitas de té». Con este sugestivo título sacado de un dicho inglés que, en resumen, quiere decir que las mujeres son como las bolsas de té porque no se sabe lo fuertes que son hasta que se las pone en agua caliente, la artista Eva Lootz habló ayer en Palma de la subjetividad femenina en el arte con la intención de «animar a la gente a que piense». La creadora participó en un curso sobre Teoría del Arte.

En su conferencia quiso «poner sobre la mesa los temas candentes, el tipo de identidad que deseamos las mujeres», dijo, charla que ilustró con ejemplos de obras de creadoras como Louis Bourgeois, que en su trabajo reflexionan sobre el hecho femenino porque para esta artista «creo que hay que reflexionar en qué medida se relacionan patologías femeninas como la anorexia, la bulimia, la melancolía o el fetichismo con ciertos conceptos que han marcado la tradición occidental».

Eva Lootz, que echa de menos una puesta en común entre aquellas mujeres que reflexionan sobre estos asuntos, apuntó que «los discursos feministas han influenciado en el arte. Estamos en un proceso cultural más amplio en el cual, incluso, hoy en día ciertas corrientes de la filosofía postmoderna postula la indentidad femenina como el paradigma de la identidad postmoderna, no monolítica, ágil».