Este año 2016 pasará a la historia como el mejor en cuanto a la cifra de llegadas de turistas a las Islas, evolución al alza de la rentabilidad empresarial e impacto económico en todos los sectores productivos, pero especialmente en el comercial, restauración y oferta complementaria.

Touroperadores, compañías aéreas, patronales turísticas, así como CAEB y PIMEM, coinciden en señalar que lo sucedido este año en Balaers es digno de resaltar, porque el efecto directo de registrar la mejor temporada de toda la historia ha beneficiado al empleo y al PIB.

Temporada

El inicio de la temporada comenzó más pronto que nunca, mediados de febrero, y también ha terminado más tarde que nunca, mediados de noviembre.

Esto ha logrado mantener los hoteles abiertos entre ocho y nueve meses, que es el objetivo marcado por patronales, sindicatos y Govern.

Este año, por decisión del Govern, comenzó a aplicarse el 1 de julio el Impuesto de Turismo Sostenible, la ecotasa. A diferencia de mayo de 2002, que fue cuando se cobró por vez primera, en esta ocasión la respuesta de los turistas ha sido positiva, al igual que la de los touroperadores. Ni una pega, lo que hará que el Govern recaude este año por este concepto unos 40 millones de euros.

Turismo y hoteles

Con cifras récords en los aeropuertos y con una actividad también considerable en los puertos, se produjeron en momentos determinados problemas y daños de imagen por la saturación que hubo en algunos enclaves, caso del centro histórico de Palma.

Masificación y saturación han sido motivo de debate por instituciones y asociaciones empresariales. La pregunta de si se busca seguir la línea de la cantidad antes que la calidad, ha puesto encima de la mesa una cuestión clave para el futuro de la economía de Balears: apostar por un desarrollo turístico sostenible. Este es el reto a corto plazo.