A las cinco de la tarde de este miércoles cerraba sus puertas la séptima edición de Horeca. La feria de restauración y hostelería que desde el pasado lunes ha mostrado lo último en maquinaria y la más avanzada tecnología del sector, así como grandes productos y novedades de cara al inicio de la temporada turística, hizo un rápido balance hablando de «éxito, ilusión y satisfacción. Los expositores me transmiten que han generado negocio y eso es un orgullo muy grande», manifestaba José Luis Córcoles, director comercial de Horeca Mallorca.

De nuevo, como en las dos anteriores jornadas, a primera hora se formaban colas para acceder al Velòdrom Illes Balears, de clientes, proveedores y, en su mayoría, profesionales de la restauración. En los diferentes estands los expositores colocaban todo su género, «hasta agotar las existencias», comentaba un empresario de una empresa cárnica quien añadía que «ha habido mucha gente y hemos generado negocios, pero los resultados se verán en las próximas semanas cuando cerremos contratos». Por su parte Pilar Amate, consellera de Promoció Econòmica i Desenvolupament Local en el Consell de Mallorca señalaba que «hemos conseguido que nuestra institución patrocine esta feria en la que hemos promocionado el producto local. Ha sido muy positivo y es verdad que se ha quedado pequeña, que hay empresas a las que les gustaría estar».

Sabores del mundo fue el lema elegido por la organización para el último día de Horeca. La primera ponencia, en el escenario central, fue desarrollada por el empresario y chef chino Ye Liao, acompañado de dos compatriotas, quienes cocinaron rollitos de primavera de coco y mango, y una lubina al corte asiático, rebozada, introduciendo el tema Historia de la cocina china en Mallorca. El joven chef Juan Pinel, del restaurante L’Àtic, dedicó su ponencia a ‘Raíces y Horizontes’, dando paso en los fogones al chef Carlos Piedrabuena y Daniel Celis del restaurante Izakaya, quienes dedicaron su propuesta a la alta cocina japonesa. El chef chileno Ricardo Rossi elaboró unas deliciosas empanadas sopaipa, en su apuesta por fusionar las recetas tradicionales de Chile con productos locales de Mallorca. David de Ruta y Alexis Arias, junto a la propietaria de l’Arancina Mallorca, Maya Trocciola, prepararon cuatro tipos de las 12 variedades de Arancina, una rosticeria de cocina de aprovechamiento, «porque Italia no es solo pizza y pasta». Javier Gardonio, de Cantina Panza, y David Moreno, de Can Simoneta cerraron el programa de ponencias de este año.

El presidente de la Asociación de Cocineros Afincados en Mallorca (ASCAIB) José Cortés presentó el libro Unes Illes d’arrossos, en el que intervienen 30 cocineros de Balears, con sus paellas y arroces. Uno de los estands que ayer reflejó algunas colas a las espera de saborear sus productos fue uno de helados, mientras los más picantes, buscaban el toque ideal, para sus guisos y salsas, en los distintos sabores del puesto de Butxí, hot sauce & spices. Entre los visitantes de altura que este miércoles se dejaron ver por la feria, los jugadores del Club de Baloncesto Bahía de San Agustín quienes estuvieron en el estand de uno de sus patrocinadores principales. Alumnos de Dirección Hotelera, Alimentos y Bebidas, Alta Cocina y otras especialidades de la Escola d’Hoteleria de les Illes Balears y otros centros de Formación Profesional visitaron y participaron en esta séptima edición de Horeca, sumando experiencia y conocimientos. En definitiva, Horeca registra un nuevo éxito y ya trabaja de cara al próximo año 2025