En la ermita de Son Seguí celebraron su Diumenge de l'Àngel vecinos de Santa Maria, Santa Eugènia y Marratxí. | H.C.

Los pueblos de Mallorca prolongan las fiestas de Semana Santa con la celebración de sus romerías, una tradición que se mantiene viva pese a coincidir en día laboral para los muchos de sus vecinos que trabajan fuera del municipio en el que residen.

El lunes siguiente al domingo de Pascua, los municipios de la Part Forana celebraron la primera tanda de 'Pancaritats'. Cerca de dos mil 'murers' se reunieron a manteles junto a la ermita de Sant Vicenç Ferrer, mientras que en Selva, un nutrido grupo de vecinos recorrieron el camino hasta Crist Rei acompañando a la imagen de Sant Sebastià. En Mancor, la tradición manda festejar la romería en Santa Llúcia, y así lo hicieron bajo una soleada mañana en la que los vecinos de Campanet aprovechaban para talar en la finca de Gabellí Petit el pino que se usaría, al día siguiente, para jugar a encaramarse a él durante la romería. Y en la zona de Tramuntana, la Torre de Sant Elm reunió a las gentes de Andratx para celebrar su pancaritat con una misa, comida y baile, mientras muchos aprovechaban para visitar la torre, que ese día se abrió al público.

El martes, los vecinos de Sa Pobla se sentaron a manteles para disfrutar de un buen arroz pobler en la ermita de Crestatx; en Llubí, paellas y 'panades' constituyeron el menú en los alrededores de la ermita del Sant Crist; en Alcúdia, la explanada anterior a la ermita de La Victòria acogió una exitosa paella colectiva, mientras que en Campanet, los vecinos madrugaron para acompañar a la figura del Crist hasta la ermita de Sant Miquel, donde se celebró la comida.

En la comarca de Manacor, el puig de Bonany fue uno de los lugares más concurridos, al reunir a los vecinos de tres pueblos, Petra, Vilafranca y Sant Joan, que en el día de sus romerías comparten esta pequeña cima a los pies de la ermita que la corona. En Algaida, como es costumbre, el pancaritat se celebró en Castellitx, donde se organizaron juegos infantiles para regocijo de los más pequeños. Y en esa jornada de martes, los vecinos de Montuïri también subieron a su ermita, en la cima del puig de Sant Miquel.

Diumenge de l'Àngel

Las romerías tuvieron su continuidad el miércoles, con la romería en el Cocó de Lloseta, y el domingo, con la celebración del Diumenge de l'Àngel. Durante la jornada dominical, los palmesanos disfrutaron de la naturaleza en el bosque que rodea el Castell de Bellver, donde se programaron actividades lúdicas, juegos infantiles, 'ball de bot' y pasacalles con los gigantes y personajes de fábula.

En la Part Forana, muchos municipios y llogarets celebraron en el marco de sus ermitas el Diumenge de l'Àngel. Como Porreres, cuyos vecinos subieron a pie o a caballo al santuario de Monti-sion; Alcúdia, con la visita a la cueva de Sant Martí; Santa Maria y Santa Eugènia, cuyos romeros confluyen con vecinos de Marratxí en la ermita de son Seguí para disfrutar de una gran paella; Inca, con el tradicional ascenso a pie al Puig de Santa Magdalena y la celebración de un concurso de paellas; Consell, que a falta de ermita, el año pasado estrenó el renovado entorno del Pont Trencat para pasar esta jornada al aire libre; Can Picafort y Son Serra de Marina no faltaron a su cita; en Valldemossa, un nutrido grupo de mayores y niños se reunió en torno a la ermita de la Santísima Trinidad; la finca son Alonso Caldella, en es Capdellà, reunió a unos 200 vecinos de este pueblo calvianer. Y finalmente, Llucmajor, que celebró hasta cuatro pancaritats de forma simultánea debido a la dispersión de sus núcleos de población. Aunque el más multitudinario fue el del Santuari de Gràcia, al que asistieron unos 2.000 'llucmajorers' precedidos de los gigantes, en Miquel y na Càndida, los 'llucmajorers' también disfrutaron de una paella colectiva en los núcleos de s'Arenal, Badies y en Tolleric.

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