Imagen compartida por Miguel Ángel (@MAMunoz1978 en Twitter), aficionado del Real Mallorca, de la llegada de los seguidores bermellones a Pamplona este domingo. | @MAMunoz1978

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Alrededor de un millar de aficionados del Real Mallorca estarán este domingo en El Sadar para animar a los suyos en el trascendental partido ante Osasuna en el que se decide la permanencia. Los mallorquinistas se han volcado para arropar a los hombres de Javier Aguirre en una final por la salvación y han dado forma a un éxodo por la salvación cargados de nervios e ilusión. Durante todo el día disfrutarán de la capital navarra y de los momentos de compañerismo antes de que la tensión se apodere de todos.

El grueso de la marea roja mallorquinista ha iniciado su viaje la pasada madrugada. Los pasillos del aeropuerto de Son Sant Joan se han teñido de rojo y han escuchado algunos de los primeros cánticos de ánimo, aunque en mente estaba cuidar la garganta para echar el resto desde las gradas. El plan de viaje con salida en plena noche ha sido un obstáculo para algunos, aunque en realidad la expedición se se sentía afortunada de haber formado parte del grupo de agraciados en el sorteo de entradas que había superado de largo el cupó previsto.

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Los aficionados del Mallorca se han subido a los autocares a su llegada al aeropuerto de Vitoria para desplazarse posteriormente a Pamplona. Será el mismo trayecto de casi 100 kilómetros y una hora y media que tendrán que volver a recorrer en la madrugada del domingo al lunes para subirse de nuevo al avión que les devuelva a la Isla. Curiosamente en Vitoria se disputa el otro encuentro clave por la permanencia, ya que el Cádiz visita al Alavés. En cualquier caso, la ventaja del conjunto bermellón es que sólo depende de lo que pasa en el terreno de juego de El Sadar, donde ganando habrán alcanzado su objetivo sin necesidad de esperar carambolas.

Han sido muchos mallorquinistas los que han buscado otras vías para llegar a Pamplona. Y es que los seguidores que no han resultado agraciados en el sorteo han optado por otros aeropuertos y sus propios medios para estar con su equipo. Desde Barcelona o Bilbao y aficionados residentes en la Península desde sus diferentes ciudades también forman parte de este éxodo mallorquinista por la salvación que ha relativizado las advertencias formuladas por las fuerzas de seguridad de evitar ciertas zonas de Pamplona. La cordialidad con la que tradicionalmente los navarros reciben a miles de turistas así como la falta de tensión de Osasuna, que lleva meses con los deberes hechos, relativizan unas recomendaciones que se sitúan en la lógica de no buscar enfrentamientos ni realizar cánticos ofensivos.