Luis Martí Mingarro (i) Mateu Alemany y Javier Martí Mingarro

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Ayer tarde se cerró la transacción de las acciones y se hizo con discreción absoluta, nada de cámaras ni de fotógrafos ni de periodistas. Era el mismo escenario que hace apenas una semana con Carlos González -la notaría de Àlvaro Delgado-, pero la operación se finiquitó en el más absoluto de los secretos, como quería Alemany. Los datos principales son fáciles de resumir. Adquiere el club el Grupo Safín, empresa de la que es presidente Javier Martí Mingarro.

 

Su hermano, Luis Martí le acompaña y asume también un rol importante, sobre todo porque es quien más en contacto estará con los medios en esta fase inicial de llegada al club. El consejero delegado de la entidad será Javier Martí Asensio -hijo del nuevo dueño- y la intención es que Joan Buades sea el presidente del consejo de administración que se forme una vez superados los pasos legales hasta llegar a ese punto. Alemany seguirá por un tiempo que todavía no está definido, pero tiene fecha de caducidad, aunque ayer el propio presidente no quiso especificar más.

 

Del proyecto deportivo no hay noticias, de hecho no hay muchas más noticias porque a la firma de venta no le ha seguido prácticamente nada más. Luis Martí veranea en la Isla desde hace casi 40 años. «Sé cómo son los agostos aquí», comentó. Su hermano Javier, a todos los efectos el nuevo propietario, no habló y salvo cambio radical no hablará.

 

Es decir, no será una propiedad como hasta ahora se entendía en el Mallorca donde su propietario en muchas ocasiones era presidene, portavoz y una persona habitual de los medios. Javier pretende dar un cambio radical y su estilo es el de no aparece en la esena pública. De eso seguramente se encargará su hijo, Javier Martí Asensio en un futuro a corto plazo. De momento entre su hermano Luis y el abogado mallorquín, Tomeu Vidal se encargarán de ello. Vidal ha sido el hombre encargado de mediar entre el Grupo Safín y el Mallorca y con un trabajo discreto, muy discreto, pero también muy efectivo, ha logrado acercar posturas entre ambas partes hasta el punto de dar por cerrada la operación casi en un tiempo récord.

 

Alemany reconoció que tenía desde el pasado mes de febrero noticias del interés de la familia Martí Mingarro en hacerse con el Mallorca. La posibilidad estuvo siempre ahí y después de no fructificar las ventas a Serra y posteriormente a González, volvió a recuperarse la línea de negociación con Vidal y ésta se cerró ayer con la venta de las acciones por parte de Mateu Alemany a los hermanos Mingarro, concretamente a Javier.

 

Alemany no dudó en asegurar que el de ayer era «un día grande para el mallorquinismo» porque su objetivo se había cumplido. «Esta operación permite al club seguir en las mejores manos, con personas serias que dan tranquilidad, estabilidad y garantías», comentó el abogado mallorquín. En el año 99 Javier Minguarro se metió en el proyecto del Lorca en Segunda B, que acabó con el equipo descendido, aunque Luis Martí califico esa experiencia de una mera «tentativa». Del proyecto deportivo no se avanzó ayer nada, tampoco de los objetivos a medio y largo plazo. Simplemente se dio a conocer que Javier Martí Asensio viajó con el equipo para tener información de primera mano respecto a las necesidades que tiene el entrenador y por lo tanto el equipo. «Todo se acelerará a partir de ahora», manifestó Mateu Alemany, que recordó que de momento él seguía siendo el presidente del club. Fue un día histórico para el Mallorca, uno más desde su fundación oficial en 1916.