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Efe|MADRÀS
El español Rafael Nadal, número dos del tenis mundial, perdió frente al ruso Mikhail Youzhny su primera final del año en Madrás (India), sólo unas horas después de sufrir un serio desgaste en una semifinal de cuatro horas frente a su amigo Carlos Moyà.

Youzhny infligió ayer a un maltrecho Nadal una de sus derrotas más humillantes: 6-0 y 6-1 en sólo 57 minutos de juego. El jugador ruso, de 23 años, número 19 en la lista mundial conquistó de este forma el cuarto título de su carrera, recuperando la racha ganadora que en 2006 y 2007, siempre en superficie dura, le había dado dos victorias sobre el español. El balance entre ambos es ahora de 6-4 favorable al representante balear.

El primer set fue un paseo para Youzhny. Acusando las cuatro horas de intensa batalla contra Moyá sólo quince horas antes, Nadal comenzó muy impreciso, cometió seis errores no forzados en los dos primeros juegos y el ruso, sin arriesgar apenas, aprovechó los regalos y se mantuvo firme con su servicio.

La primera manga cayó del lado ruso por un rotundo 6-0 en 23 minutos, con un nuevo error no forzado -el undécimo- de Nadal junto a la red. El español sólo había logrado ocho puntos y había alcanzado un bajísimo porcentaje con el primer servicio (56 frente al 80 de su rival).

Habían transcurrido 32 minutos de partido cuando Nadal puso hacerse, al fin, con su primer juego, y lo hizo en blanco, empatando a uno en el segundo set, pero el panorama no cambió mucho. Youzhny seguía causando estragos con su derecha poderosa, ya fuera cruzada o paralela, y su servicio (7 tantos de saque hasta entonces).

El ruso, que había aprovechado sus tres bolas de ruptura, también ganó la cuarta en el cuarto juego del segundo set para abrir hueco en el marcador y consolidar, a continuación, con su formidable servicio (4-1). El rostro de Nadal reflejaba dudas e impotencia ante su inferioridad física y técnica.

El fisioterapeuta del torneo hubo de salir a la pista para atender a Nadal que, tendido en el suelo, recibió estiramientos en el glúteo derecho.
El español decidió seguir, pero poco pudo hacer ante un Youzhny que se mostró implacable en todos los aspectos del juego. El ruso volvió a romper el servicio de Nadal (5-1) y con su saque remató con un juego en blanco que ilustraba la escasa resistencia que había opuesto el mallorquín.

Después del encuentro, el ruso reconoció que el jugador español, disminuido físicamente tras el combate de cuatro horas con Carlos Moyá, «no era Rafa. Hoy no he jugado contra él», declaró.

Youzhny hizo un alarde de humildad tras su victoria: «Hoy no he vencido yo, ha sido Rafa el que ha perdido. Nunca imaginé que fuera tan fácil pero he tenido la suerte de que no podía moverse».

El jugador ruso, pese a todo, llegó a temer una reacción de Nadal en el segundo set. «Esperaba una fuerte reacción pero cuando hice otro break en el cuarto juego, solo era cuestión de no cometer errores», comentó.

Nadal, por el contrario, no quiso quitar méritos a su verdugo ni buscar excusas a su derrota: «Tal vez estaba un poco cansado después del largo partido de semifinales, pero si he perdido es porque Mikhail ha jugado muy bien».El jugador español precisó que no estaba lesionado, pese a que requirió los servicios de un fisioterapeuta en el segundo set. «No tengo ninguna lesión, lo único que quería es ayuda para mitigar el creciente cansancio».

Para terminar, Rafael Nadal hizo un ejercicio de optimismo: «el año pasado perdí en semifinales, este año he jugado la final, el año que viene ganaré el título. Jugar una final es una buena forma de empezar el año», señaló el número dos del mundo.