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El tenista mallorquín Rafael Nadal, inmerso en el Open de Australia, dice sentirse mejor y se muestra optimista ante este torneo que dice que le encanta tanto por la pista como por el tiempo. «Es un torneo que me encanta. Cada vez que lo he disputado, he jugado muy bien y no he perdido más que con Hewitt, una vez en tres sets ajustados y una vez en cinco», explica Nadal. Tras insistir en que la superficie del abierto de Australia le conviene, señala que tiene la impresión de disponer de «no pocas opciones en mi juego para ir lejos». Asegura que se encuentra «mejor», que ha podido entrenarse «al cien por cien» desde que llegó a Melbourne, y que hizo bien en retirarse en un partido de primera ronda del torneo de Sydney por un problema de abductores, ya que en caso contrario hubiera corrido el riesgo de agravar el dolor y de causar una verdadera lesión. El «número dos» del tenis mundial dice que preferiría que el líder de la clasificación, el suizo Roger Federer, no acudiera a la primera ronda de la Copa Davis, que se celebrará en Suiza, porque así sus posibilidades de éxito aumentarían. No obstante puntualiza que si Federer se decide a competir, «será formidablemente motivante tratar de vencerlo en su casa». Preguntado sobre si el dominio del suizo en el tenis mundial puede continuar otros tres años, Nadal responde que «no es imposible que mantenga ese nivel tan elevado. No es imposible, pero sí difícil».

En cuanto a sus propias ambiciones para este año, reitera que con terminar entre los ocho primeros ya lo considera una temporada exitosa. «Me gusta ser el número dos y me volvería loco de alegría convertirme un día en número uno, pero es muy difícil. Se lo garantizo, me gustaría terminar este año una vez más número dos«, puntualiza. Nadal considera fruto de la «incompetencia» periodística el hecho de que un periódico francés lo hubiera relacionado el pasado verano con el médico español Eufemiano Fuentes, encausado por el caso de dopaje conocido como Operación Puerto. Más allá de ese incidente, recuerda que el pasado año fue sometido a 17 controles antidopaje y dijo creer que en el tenis no hay un sistema institucionalizado de dopaje, y que el fenómeno se reduce a «algunos casos». A su juicio los controles son «extremadamente numerosos» y por su experiencia tiene la impresión de que «a veces se nos trata como a delincuentes. No me parece que los responsables políticos sean sometidos a este tipo de controles, por ejemplo».

Tommy Robredo mantuvo el nivel que exhibió al final de la temporada pasada y saldó su debut en el Open de Australia con una convincente victoria ante Rubén Ramírez Hidalgo, en una jornada en la que Juan Carlos Ferrero y Guillermo García López se vieron beneficiados por las retiradas de sus rivales. Vencer con autoridad y ahorrar energías para las siguientes rondas es un objetivo común en un Grand Slam, y eso fue lo que consiguió Robredo, al imponerse por 6-4, 6-4 y 6-0, mientras que Ferrero y García López sólo estuvieron en pista seis minutos para despedirse del checo Jan Hacek (3-0 y abandono) y del sueco Joachim Johansson (1-1 y abandono), respectivamente. Hacek se había sentido mal antes de saltar a la pista contra Ferrero, e incluso había vomitado en el vestuario. Un virus estomacal tuvo la culpa de su retirada cuando sólo había disputado 18 puntos contra el español, que ahora tendrá como próximo adversario al tenista tailandés Danai Udomchoke.