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LA PALMA 65
PALMA AQUA MÀGICA 64

LA PALMA (25+15+12+13): Alfonso Albert García (4), Eduardo Sánchez (11), Francisco Javier Sánchez (26), Duane Virgil (2), Sebastián Arrocha (10) -quinteto inicial-, John Floyd (6), Javier Alvarado (0), Ion Kortaberria (0), Steven Edwards (0) y Roy Kruiswijk (6).

19 de 34 en tiros de dos, 7 de 23 en lanzamientos triples y 6 de 6 en tiros libres. 25 rebotes (17 defensivos).

PALMA AQUA MÀGICA (12+18++20+14): Robert Battle (8), Juanma Ruiz (2), Xavier Vallmajó (13), Shalawn Miller (15), Raymond Tutt (17) -quinteto inicial-, Josep Pacreu (0), Stevie Johnson (7), Robert Maras (2) y Pedro Llompart (0).

17 de 32 en tiros de dos, 5 de 12 en lanzamientos triples y 15 de 20 en tiros libres. 25 (20 defensivos).

Àrbitros: Bardaji Martín y Martínez Prada. No hubo eliminados.

Ignacio Cabrera|LA PALMA

El Palma Aqua Mágica sigue sin levantar cabeza y ayer acumuló una nueva derrota a su casillero en un partido que La Palma empezó a inclinar a su favor desde el primer cuarto. Mario Palma sigue sin conocer la victoria desde que se sentó en el banquillo de los inquilinos de Son Moix, pero al menos ayer sacó una lectura positiva del encuentro, puesto que el debutante Raymond Tutt fue el máximo anotador de los suyos reivindicando las expectativas que le precedían.

El conjunto canario empezó a desestabilizar a los mallorquines en el primer parcial. Después de unos compases iniciales en los que ambos contendientes se tantearon, Francisco Javier Sánchez empezó a encestar desde más allá de la línea de 6,25 metros. Sánchez anotó cuatro lanzamientos triples de manera prácticamente consecutiva y el Palma Aqua Mágica empezó a tambalearse de forma preocupante. Y es que los de Ciutat tuvieron muchos problemas para atajar el aluvión de juego exterior que los canarios propiciaron sobre la canasta mallorquina.

El aluvión se prolongó en los primeros minutos del segundo acto, en el que los hombres de Mario Palma apretaron los dientes para intentar acercarse en el electrónico. El equipo canario echó mano de su inspiración inicial para intentar mantener la renta y el partido se mantuvo cuesta arriba para los intereses de los visitante, que enfilaban el túnel de vestuarios con la carga anímica que representa ver que no salen las cosas en mitad de una trayectoria muy negativa.