En los albores de un derbi que promete, Drac Inca y Alcúdia ponen
sobre la mesa buena parte de sus expectativas en una jornada que
debe servir para conocer de primera mano la capacidad de respuesta
de dos equipos que han trazado una senda similar a la del arranque
liguero. Empatados a diez victorias y con Burgos, Bruesa y Pozuelo
ya desmarcados, la victoria es la única premisa válida para no
perder el ritmo de los grandes dominadores de la competición
regular. Las urgencias son mayores en el seno del Drac Inca.
Los de Juan Díaz cayeron de manera clara (93-77) en la cancha
del Bruesa y dejaron escapar una buena ocasión para imponer sus
galones. La derrota en La Laguna hace más preocupante el devenir de
un grupo al que le pasa factura el primer tramo del calendario.
Esta tarde (19 horas) y con el Palau como testigo, el Drac Inca
está obligado a sumar la undécima victoria.
El rival de turno puede dejar malherido a un equipo diseñado
para codearse con la aristocracia de la categoría de bronce. El
Pozuelo defenderá el basket-average como principal arma para
intimidar a los gualdinegros, que regresan a su centro de
operaciones con las dudas de su pareja de bases, Joan Riera y Lolo
Castro. Ambos evolucionan de sus molestias físicas, un golpe en el
cuádriceps y una lumbalgia, respectivamente, y podrán saltar al
parqué, aunque su rendimiento es toda una incógnita. Al margen de
estos dos casos puntuales, Díaz dispone de todos sus efectivos en
una cita en la que no existe el menor margen para el error y sólo
vale el triunfo.
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