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Europa Press|NUEVA YORK
Carlos Moyà logró en las pistas de Flushing Meadows, donde ayer comenzó la disputa del Open USA cuarto y último Grand Slam de la temporada, la primera victoria para la delegación española. El tenista mallorquín, que reaparecía en el circuito después de su adiós en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Atenas, se impuso al «wild card» estadounidense Brian Baker por 6-7 (6/8), 6-4, 6-4, 6-2 después de tres horas y siete minutos de encuentro. No fue un estreno plácido para Carlos Moyà. Sobre todo durante la primera manga, donde reprodujo hasta 30 errores no forzados, más de la mitad de todos los que cometió en el encuentro (55).

Sin embargo, se rehizo después de ceder el set en el «tie-break». También porque aprovechó el mayor desgaste de su rival, menos acostumbrado a disputar encuentros a cinco mangas, que bajó el nivel de su tenis. Se apuntó Moyà los tres siguientes sets y se medirá en la segunda ronda al también estadounidense, Amer Delic, con el que parte como teórico favorito, que se deshizo del serbio Janko Tipsaveric. Peor fortuna corrió Albert Costa, que tuvo que doblegarse ante los pronósticos y ante un rival como Roger Federer, que se impuso por 7-5, 6-2 y 6-4 en dos horas y cuatro minutos de encuentro.

Pese a todo, el ilerdense ofreció una buena imagen. Sobre todo en la primera manga, en la que mantuvo el pulso a Federer hasta el duodécimo juego, cuando cedió ante el empuje del número uno del mundo, ganador en el Open Australia y en Wimbledon en la presente campaña, y cedía el set tras una doble falta. Perdió efectividad Costa con su servicio a partir de ese instante. En sus tres siguientes saques, Federer contó con distintas oportunidades para hacer el 'break' y aprovechó una de ellas en el cuarto juego. Una rotura que fue suficiente para la resolución del set.