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El regreso de José María Pedrera al Drac Inca es una realidad. El alero ha llegado a un acuerdo para la próxima temporada con el club de es Raiguer y pretende recuperar el crédito concedido en su día por José Luis Oliete. Pedrera fue cortado al tener serios problemas físicos consecuencia de una operación de menisco que dejó tocado uno de los nervios de su rodilla. Era el verano de 2001 y Pedrera dejaba pasar la oportunidad, pero el Inca siempre le ha tenido en su agenda.

Buena muestra es su incorporación, avalada por dos excelentes temporadas en el Autocid Ford Burgos, con el que rozó el ascenso meses atrás. Un promedio de 22 minutos, 11 puntos y un 40 por ciento de acierto desde 6'25 en el curso 2003/04 son su carta de presentación, que pasa por una dilatada experiencia en la categoría de bronce.

La polivalencia de José María Pedrera le permitirá ser un recambio de lujo para los Johnson o Rodríguez, aunque puede asumir responsabilidades dada la capacidad de aquellos jugadores para ocupar distintas posiciones. A sus 31 años, Pedrera quiere aprobar la asignatura pendiente que le quedó en Inca y pondrá sus servicios al servicio del perímetro y la pintura del equipo de Juan Díaz, que trabaja para cerrar la incorporación de Lolo Castro, a la que se espera dar solución definitiva en la jornada de hoy. El resto de los interiores ocupan la agenda de Villar y Díaz, que van perfilando el plantel.