El delantero Raúl González, desolado tras la derrota de la selección española ante Portuga. Foto: ALBERTO MARTÍN

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Un tanto de Nuno Gomes frustró las ilusiones. La nula capacidad ofensiva de los de Sáez y el empuje de los anfitriones apartaron con antelación a uno de los candidatos. Portugal mereció el triunfo y España se ganó a pulso la eliminación.

La selección española se despidió de la Eurocopa después de perder por 1-0 ante la anfitriona Portugal, en un partido tenso, dominado por los portugueses y en el que los hombres de Iñaki Sáez no supieron sobreponerse al tanto de Nuno Gomes intentándolo sólo a la desesperada. Con Rusia cumpliendo, el combinado nacional debería haber sabido jugar con más tranquilidad pero acabó cayendo víctima de su mal partido en la zona de arriba, donde los cambios de Sáez no dieron el fruto esperado y sólo esporádicas acciones de Fernando Torres crearon peligro.

Sin embargo, y pese al discreto partido, el palo en dos ocasiones también evitó el necesario empate para eludir un nuevo fracaso en un torneo internacional, similar al de Francia'98 cuando se cayó en la primera fase cuando también se estaba encuadrado en un aparente grupo sencillo, y se marcha por la puerta atrás por culpa degoal-average. El encuentro discurría por los derroteros que le convenían a España cuando un sutil toque de Figo hizo que le llegase el balón al refuerzo luso. Su buena maniobra en el borde del área y su disparo seco pusieron a los españoles al borde de la eliminación.

Sáez buscó más profundidad por las olvidadas bandas con Luque por Joaquín. El deportivista falló una vaselina que Ricardo Carvalho envió a un saque de esquina que finalizó con un remate al larguero de Juanito. Se consumaba el fracaso. El pitido final del sueco Anders Frisk, que no influyó para nada, acabó por certificar el nuevo fracaso español en la Eurocopa, esta vez ni siquiera en los cuartos de final porque no aparecieron ni Maceda, ni Alfonso ni un gol más ruso.