El ex jugador Eusebio y Gilberto Madail, presidente de la Federación Portuguesa, con el trofeo de la próxima Eurocopa.

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LUIS VILLAREJO (AQUISGRÀN)
Egidius Braun, el dirigente alemán que preside la comisión para la Eurocopa del 2004, sorprendió ayer tarde al mundo del fútbol, no por elegir la opción de Portugal, sino por los argumentos que empleó al justificar las virtudes del país luso, del que dijo que merecía la nominación por su mejor infraestructura, tanto de comunicaciones, estadios y hoteles. La decisión de la UEFA dejó helada a la delegación española. Angel Villar no quiso apelar a la polémica tras conocer el dictamen, leído en primer lugar por el presidente de la UEFA, Lennart Johansson. «La UEFA se ha equivocado», se limitó a decir Villar, quien no quiso profundizar en el asunto.

Fue su secretario general, Gerardo González Otero, quien cargó contra Egidius Braun de forma rotunda: «Es impresentable la argumentación. Nos parece bien que se prime una candidatura para el desarrollo. En eso estamos de acuerdo todos, pero decir que Portugal cuenta con infraestructuras mejores que España es un insulto», dijo el dirigente español.

La UEFA primó ayer el aspecto político. Echó una mano a un país, que necesita con urgencia un cambio de imagen en sus estadios. De entrada, el gobierno portugués construirá con esta medida cinco campos nuevos -Das Antas (Oporto), Jose Alvalade (Lisboa), Intermunicipal do Algarve (Faro/Loulé), Municipal de Aveiro (Aveiro), Municipal de Braga (Braga)-, y acometerá otras cinco remodelaciones profundas -Da Luz (Lisboa), Do Bessa (Oporto), Alfonso Henriques (Guimaraes), Magalhaes Pessoa (Leiria) y Municipal de Coimbra (Coimbra).