TW
0

Alzamora recuperó la sonrisa. Se repuso el ciclista mallorquín al fatídico martes 13 que vivió en el prólogo y se adjudicó al esprint la etapa en línea de Cala Millor en la apertura del Cinturón. Joan Horrach también escribió parte importante del guión de una jornada en la que el pelotón, a falta de siete kilómetros para alcanzar la meta y en el tercer y último descenso al Coll des Vidriers acabó engullendo al reducido grupo de escapados compuesto por Barranco (Fuenlabrada), Wittwer (SC Leipzig) y el propio Horrach (Illes Balears), quien ofreció un repertorio de ambición.

El viento, especialmente en el paso por el Coll de Artà, tuvo un nítido infujo en el desarrollo. Lademann, Parinussa, Silar, Slinning y Xavier Tondo, a los que más tarde se les unieron Maetzu y Riedel, buscaron la fractura cuando apenas se habían recorrido 38 kilómetros, aunque sólo Lademann y Riedel mantuvieron el tipo, llegaron a administrar una renta de 4.30 minutos sobre el pelotón en el segundo paso por el Coll des Vidriers, precisamente cuando Horrach se dejó ver. Coronó la última ascensión, pero un último tirón del nutrido pelotón engrandeció la figura de Alzamora, aunque Blanco sigue líder.