Marcelo (i) de Fluminense se lamenta tras cometer una falta a Luciano Sánchez de Argentinos, en un partido de los octavos de final de la Copa Libertadores entre Argentinos Juniors y Fluminense en el estadio Diego Armando Maradona en Buenos Aires. | Luciano González

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El juego agresivo fue el protagonista del primer partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, donde Argentinos Juniors y el brasileño Fluminense empataron 1-1 un encuentro marcado por un gran número de faltas y por la brutal lesión que le infligió Marcelo a Luciano Sánchez.

El partido entró en un punto muerto cuando el lateral izquierdo del tricolor, Marcelo Vieira intenta escapar de la defensa, pero termina pisando la pierna del defensor argentino, Luciano Sánchez, que debió salir en camilla.

Pese a que la revisión del árbitro asistente de video demostró que no hubo intencionalidad de lastimar por parte del jugador del Flu, el juez entendió que debía expulsarlo para intentar controlar el partido. Marcelo -exjugador del Real Madrid- no discutió la decisión y aceptó la tarjeta roja, mostrándose acongojado y arrepentido, aunque el daño ya estaba hecho.

El encuentro finalizó con 32 infracciones, cuatro amonestados y dos expulsados, donde el fútbol ofensivo-agresivo se impuso en esta jornada.