Es importante ir con cuidado a la hora de saltar en la piscina.

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Romperse el dedo meñique del pie, sufrir un esguince o luxación de tobillo o, incluso, una lesión medular son los principales traumatismos que ocurren durante el verano, según ha avisado la médico rehabilitadora, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y jefa del servicio de Rehabilitación del Hospital Clínic de Barcelona, Sara Laxe. «Desde un punto de vista epidemiológico, en los hospitales hay cambios en los ingresos por traumatismos a lo largo del año, en relación a las estaciones del año. Y, en verano aumentan los traumatismos, sobre todo en gente joven. Todos ansiamos la llegada del verano, de las vacaciones, y más después de dos veranos con varias restricciones, pero también hay que tener presente que pueden existir algunos riesgos en lo que respecta a traumatismos y lesiones derivadas de un incremento mayor de la actividad en general con respecto a otras épocas del año», ha dicho.

Un clásico de los traumatismos en verano es la rotura del quinto dedo del pie, el meñique, como consecuencia de ir descalzos o en chancletas por casa y golpearse con la típica esquina de la mesa o una silla. Si ocurre, la doctora ha aconsejado acudir a un servicio sanitario para que lo valoren, si bien en la mayoría de los casos basta con llevar calzado amplio, aplicar antiinflamatorios y realizar un descanso relativo. Asimismo, la experta ha alertado de que el impacto de la cabeza y el peso del cuerpo con una superficie como una roca o el fondo del mar o de la piscina puede producir una fractura o luxación de las vértebras cervicales que provocan una tetraplejia o paraplejia, entre otros problemas.

Por ello, ha aconsejado evitar tirarse de cabeza al agua y, si se hace, siempre hay que hacerlo con las manos por delante y la cabeza entre los brazos extendidos en prolongación del cuerpo, de manera que si se produce un impacto contra el suelo o una roca no sea contra la cabeza y/o el cuello. También es importante no lanzarse al agua de cabeza desde demasiada altura. «Lo primero que hay que hacer cuando ocurre un accidente es sacar a la persona a tierra y ponerle en una superficie rígida. Es importante mover el cuerpo en bloque para que no se produzcan más lesiones a nivel del cuello y no mover la columna. Luego comprobar que puede respirar y si no puede liberar su vía aérea, no trasladarle a un centro sanitario en un vehículo particular y llamar a los servicios de emergencia», ha argumentado.

Lesiones por accidentes con vehículos

Las lesiones que pueden derivarse de accidentes en estos vehículos pueden ser variadas, desde una lesión medular, un traumatismo craneoencefálico o incluso traumatismos de diversa consideración en extremidades con fracturas múltiples. «Cuando una persona ve un accidente, y sobre todo si es en la carretera, lo principal es protegerse para que no haya daño secundario: estacionar bien el coche, ponerse los chalecos y los triángulos de emergencia y llamar a los servicios de emergencia que además nos podrán indicar qué acciones hay que seguir», ha dicho la doctora.

Asimismo, ha destacado la importancia de comprobar si los implicados han perdido o no la conciencia. «Es importante mover el cuerpo en bloque para que no se produzcan lesiones a nivel del cuello y no mover la columna. Tapar a la persona para que no se quede fría e, incluso, tal vez iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar si lo precisa», ha añadido. Por otro lado, las palas en la playa es un ejercicio físico intenso y agresivo con múltiples beneficios porque se generan muchos cambios de ritmo y explosividad en corto espacio de tiempo. Aunque pueda ser practicado por diversas personas en diferentes estados físicos, hay que tener en cuenta que a nivel del hombro, codo o tobillo, las lesiones pueden ser frecuentes en personas que no estén habituadas a realizar actividades de media intensidad.