Viernes Santo en Sineu: Mare de Déu de la Soledat (foto de Gaspar Valero)

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Con solemnidad y silencio, por las calles cargadas de personalidad, de urbanismo tradicional y de mallorquinidad, se escenifica la tradicional procesión del Sant Enterrament i la Soletat de Maria. La voz de la Historia nos cuenta que cierta procesión se celebraba ya en 1579 en la «vila la primera». Salía del Hospital, con cofradías de penitentes de los gremios de los artesanos del pueblo. Algunos años más tarde, los mismos artesanos acompañaban el paso de Jesús Assotat, obrado por el escultor Gaspar Gener en 1586. Mn Bartomeu Mulet i Ramis recuerda que, en Sineu, los ‘jurats’ de la villa pagaban cada año los gastos de la procesión, en cuya relación figuraban las tablillas de polvos que servían para cortar la sangre de las heridas que ocasionaban los azotes. Otras veces, en lugar de tablillas, los gastos se hacían de "pavora" o polvos destinados cerrar las llagas.

Propiamente, la procesión del Viernes Santo en Sineu tiene su origen en la comitiva de la Mare de Déu de la Soledat (Virgen de la Soledad) , que fue una de las novedades que instituyeron los frailes Mínimos cuando, en 1667, fundaron el convento de Jesús-Maria de Sineu (actual casa consistorial sineuera).

La procesión dejó de celebrarse hacia el año 1835, con motivo de la desamortización de Mendizábal, cuya aplicación supuso el cierre del convento de Mínimos; poco después también tuvo lugar la supresión de los gremios. La procesión se acabó... Pero, décadas más tarde, el religioso cortejo fue recuperado. Esto ocurrió en 1910, a iniciativa de la Congregación Mariana. La realidad mostraba una convocatoria sencilla, ya que en 1928 sólo desfilaban dos cofradías. Por eso, Mn. Alcover, en su obra Corema, Setmana Santa i Pasco de 1915, no hace especial mención a la convocatoria, excepto recordando la figura de En Faveta, como más abajo referiremos. En 1962 se fundó la cofradía de Mare de Déu de la Soledat la y, al año siguiente, la cofradía del Sant Enterro. La Semana Santa sineuera recibió un impulso con la fundación, en 1966, del Patronato de las Cofradías, por iniciativa de la Familia Isern-Estela.

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La celebración se inicia en el templo parroquial, con el descenso de Cristo de la Cruz, representado por una figura de ropa y cartón. La santa figura es bajada de la cruz y es conducida, en procesión, hasta el sepulcro, donde se oficia una breve ceremonia religiosa. A continuación, las cofradías se van congregando en la plaza de la villa, ordenándose para empezar la procesión del Santo Entierro.

Según el programa de la Semana Santa de 1998 y gracias a la memoria de Mn Bartomeu Mulet, los elementos más significativos, que hoy se mantienen, son estos: tres centuriones romanos a caballo, que preceden a la procesión, acompañados por una banda de cornetas, tambores y timbales. Siguen las cofradías, con los 12 pasos que escenifican de la Pasión de Cristo. El orden es el siguiente: cofradía de la Cruz, cofradía de Cristo del Amor (que acompaña un antiguo paso titulado Jesús se despide de su Madre), cofradía del Silencio, cofradía de la Virgen de los Dolores (con la imagen conocida con el nombre de Son Torelló), cofradía de la Menestralia (con el paso del Buen Jesús de la Columna, de 1586, obrado, como hemos dicho, por Gaspar Gener), Hermandad de la Tercera Orden de Penitencia (con el paso Encuentro de Jesús con su Madre), cofradía de la Santa Faz (con el paso de la Verónica), cofradía de la Oración del Buen Jesús en el Huerto de Getsemaní (con el paso del mismo nombre) , cofradía de la Amargura (con el paso del mismo nombre), cofradía de la Buena Muerte (que acompaña el paso La segunda caída de Jesús), cofradía de los Donantes de Sangre, cofradía del Descendimiento (con los cofrades que acompañan con un farolillo de mano el monumental paso y por eso son llamados "els caragolers"), cofradía de la Piedad (con la imagen titular), Asociación de la Camarera Mayor y Damas de Honor de Nuestra Señora de la Soledad, cofradía de la Soledad (con el riquísimo paso de la titular, que sirve de trono a la imagen aportada por los frailes Mínimos en 1664), cofradía del Santo Entierro (con la imagen de Jesús Mort), cofradía de los Siete Dolores de Nuestra Señora, Real Hermandad y Prohomonía de la Sangre (con la Preciosa Imagen del Sant Crist de la Sang de l’Hospital, una talla también del escultor Gaspar Gener, de 1584), y la cofradía de la Vera Cruz, con la preciosa cruz gótica que contiene la reliquia de la Vera Cruz, del año 1551.

Una de las figuras más populares de los pasos era En Faveta. Dice el folclorista Joan Amades en su Costumari: «En Palma y en otras poblaciones de la isla, la gente creía ver en las figuras que formaban las escenas de los misterios a personajes y sujetos vecinos de la población, armándose el mayor griterío. ... Entre las figuras de los misterios alcanzó mucha popularidad En Faveta de Sineu, un judío que llevaba al Buen Jesús y que tenía la boca abierta. Los muchachos le ponían una vaina de haba dentro de la boca. El que encontraba un haba más grande que la que llevaba la figura tenía derecho a quitársela y poner la suya. Esta broma daba pie a mucha juerga». Mosén Antoni Maria Alcover también nos cuenta esta curiosidad, a su manera: «En Sineu llama mucho se atención En Faveta, un judío de un paso que azota a Jesús caído en tierra; En Faveta tiene su boca abierta, y los chicos van y le meten una vaina de haba dentro de su boca, pudiéndosela cambiar por una mayor el que la encuentra más grande. De ahí el nombre de En Faveta».

Ah... algo más: Acabada la procesión, se considera que la Cuaresma ha terminado... por eso sigue viva y arraigada la tradición gastronómica de ir a comer el típico ‘frit’ a una de los ‘cellers’ del pueblo... sense fer llarg!