Representación de San Mamés a lomos de un león. Autor desconocido. | Redacción Digital

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Este viernes el Real Mallorca acude a su cita anual con San Mamés. El correspondiente cruce liguero contra el Athletic de Bilbao se producirá en uno de los mejores terrenos de juego de nuestro país. Su emblemático nombre se reproduce una y otra vez, en muchas ocasiones sin tener en cuenta la directa alusión a un personaje histórico. Esta figura religiosa guarda los entresijos de una curiosa tradición. Esta es la historia de San Mamés, mártir de Oriente Próximo en los tiempos del cristianismo más incipiente cuyo nombre bautizó un estadio de primera por antonomasia.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) apunta a que actualmente un total de 20 hombres en España se llaman Mamés. La costumbre va a la baja, pues la edad media de todos ellos alcanza los 58,5 años. Probablemente, la mayoría se sitúen en el norte de España y todos comparten un mismo rasgo: hacen honor a Mamés de Capadocia. Nacido el 259 en esta zona de Asia Menor, vino al mundo en una prisión ya que sus padres Teodoto y Rufina eran reos por cuestiones religiosas.

Cuenta la leyenda que siendo un bebé de corta edad sus progenitores fueron martirizados y elevados a los altares. Su delito: no renegar de su fe cristiana. Por ello a Mamés tuvo que criarlo una viuda potentada, de nombre Ammia y también santa, que murió cuando él contaba apenas quince años, dejando al joven al frente de sus pertenencias terrenales. Quizás por envidia o ambición de las mismas narran las crónicas que el gobernador de Cesarea de Capadocia, en tierras de la actual Turquía, sometió a distintos tormentos a Mamés, cuya etimología dicen que alude a «aquel que fue amamantado».

El orden imperante y contrario a los primeros cristianos no obtuvo ningún éxito con sus prácticas. Después, lo envió al emperador Aureliano que ordenó someterle a nuevas torturas. La historia resume que un ángel lo liberó y le mandó refugiarse en un monte cercano a Cesarea. Después Mamés logró el prodigio de amansar a los leones a los que había sido entregado en el circo y, ante este milagroso acontecimiento, decidieron acabar con su vida por la vía rápida.

Así le clavaron un tridente en el abdomen y ensangrentado, el joven Mamés se arrastró hasta la cueva cercana al teatro, donde murió invitado al cielo por los ángeles con apenas 16 años. Otras versiones difieren mínimamente, e indican que Mamés fue arrojado y devorado por las bestias felinas que con sus festines tanto entretenían al pueblo en la época de la Roma imperial.

BILBAO. POLITICA. Â'11 de SetembreÂ' en San Mamés.
Imagen de las gradas de la Catedral un día de partido. Foto: Efe.

Una vez puesto en contexto, ¿de dónde viene el apego por San Mamés en Bilbao, y a qué alude el apelativo de leones que se les da a los futbolistas vizcaínos? Probablemente tenga algo que ver que todavía se conserve la estatua del chico mártir, apoyado en un pequeño león, en la Santa y Real Casa de Misericordia de Bilbao, antiguamente el convento de San Mamés y posteriormente uno de los mayores orfanatos de Europa.

En la actualidad se ha reconvertido en residencia de ancianos y este inmueble con historia es vecino del campo del Athletic Club, apodado la Catedral, cuyos jugadores son popularmente conocidos por sus aficionados como «leones». El estadio de fútbol ubicado en la capital de Vizcaya de San Mamés fue inaugurado en su aspecto actual tras una fase de remodelación el 16 de septiembre de 2013. Hoy por hoy acoge a algo más de 53.000 aficionados, y además de fútbol o conciertos será sede del mejor rugby europeo en 2026 con las finales del EPCR Challenge Cup y la Investec Champions Cup.