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El escritor romano Apuleyo nació en Madaura, ciudad africana cercana a Cartago en el año 124 y murió en Roma en 159. Gran orador, sacerdote de Asclepio, autor de la novela Metamorfosis, también llamada El asno de oro, se nos muestra todavía hoy en lo que resta de su obra como un inspirado prosista.

Valga para darle crédito el siguiente fragmento: «Deliberando en mi fuero interno, llego a casa de Milón, no hallándole ni a él ni a su esposa, sino únicamente a mi querida Fotis, la esclava de la familia, que preparaba para sus amos un plato de embutido troceado y picadillo de carne cocida en la propia salsa; por lo que el olfato daba a entender un guiso de lo más sabroso. La muchacha, lindamente vestida, con una túnica de lino, ceñida con un cinturón rojo oscuro casi a la altura de los pechos, daba con sus preciosas manos vueltas y más vueltas a la sartén; al compás de este rápido movimiento circular, bailaba todo su cuerpo con suave deslizamiento de los miembros y contoneándose en las más vivas y graciosas ondulaciones sus vibrantes caderas y hasta la espalda en toda su extensión. Ante tal espectáculo quedé inmóvil, asombrado, embelesado. Mis sentidos, tranquilos hasta entonces, se inflamaron al instante. Le dirigí por fin la palabra para decirle cuanta gracia tenía para armonizar el movimiento del puchero y el de sus caderas…» Y tan festivo y alegre puede ser, como el texto, la receta que a nuestro modo, rescatamos de aquellas cocinas.

En esta receta para ocho personas, disponemos de unos ochocientos gramos de carne picada de cordero, que ponemos a dorar con una cebolla también picada y unos cincuenta gramos de manteca de cerdo. Una vez frita la mezcla, la espolvoreamos con una cucharada sopera de harina y la regamos con un litro de vino blanco, además de unas medias cucharaditas de sal, tomillo, laurel, perejil y pimienta. Luego la tapamos y la dejamos cocer a fuego moderado por espacio de media hora. Después pelamos un kilo de nabos y dos de zanahorias que cortamos en dados para añadirlos al preparado junto con las rodajas de dos morcillas. Lo tapamos nuevamente y lo dejamos cocer veinte minutos más. Lo serviremos bien caliente.