La ‘caponata’ campestre de Farina by Sandro. | Andrés Valente

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Cuando los seres humanos nómadas aprendieron a asentarse en lugares fijos y cultivar la tierra y criar ganado, el pueblo se nutrió de lo que había a mano y sembraron la vegetación salvaje a su alrededor. Ya que todos los de la cuenca mediterránea tenían berenjenas, cebollas, calabacines y pimientos, estas hortalizas y otras formaron la base de sus platos. Así que en Mallorca nació el tumbet, y en la Península tenemos el pisto castellano, la samfaina catalana y otros parecidos. En el sur de Francia está la ratatouille, y también hay la caponata siciliana.

La cocina siciliana, igual que la mallorquina, tiene vestigios árabes y la caponata se distingue entre los otros platos señalados porque aparte de las hortalizas, lleva pasas y piñones en la receta original. Sophia Loren hace sus caponatas sin pasas y piñones. En su interesante libro In Cucina Con Amore (Milán, 1971) escribe al final de su receta: «Aún hay quien, siguiendo la costumbre antigua, añade a la caponata pasas y piñones, que se ponen en la salsa al mismo tiempo que el vinagre y el azúcar y de esta forma resulta verdaderamente completa. A mí me gusta más esta versión clásica». Para Sophia los ingredientes en su caponata son 600 grs de berenjenas cortadas a taquitos muy finos, 250 grs de cebolla sofritas en aceite de oliva, 250 grs de tomates pelados y cortados en rodajas, un puñadito de alcaparras, algunos tallos de apio cortado a pedacitos, y aceitunas negras deshuesadas a gusto, todo sofrito hasta que la cebolla esté blandita.

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Las berenjenas están fritas aparte en aceite muy caliente y, una vez frías, se incorporan con los otros ingredientes. Se añade tres cucharadas de vinagre y una de azúcar (y los piñones y las pasas si estamos empleándolos) y se pone todo al fuego moderado para que el vinagre se consuma. Se deja enfriar y se come a temperatura ambiente. En las otras recetas que conozco, también se añade unos filetes de anchoa al gusto, y otros cocineros incluyen una picada de ajo y perejil.

La caponata es un plato campestre y así lo comí en Farina by Sandro, en calle Ramon i Cajal 9 (Tel:971962311). Fue la versión más meliflua que he comido, las berenjenas a tacos, las cebollas y los tomates a tiras con aceitunas verdes, alcaparras, apio, piñones y una salsa de tomate aterciopelada con un huevo frito encima. Cuesta €7 y si es para compartir la sirven con dos huevos. Es plato de pizarra pero se puede encargar el día antes. Y hay pan casero italiano muy esponjoso hecho por Sandro.

La versión elegante de El Patio de Gloria.

Se le puede dar otro enfoque a la caponata, como pude ver en el El Patio de Gloria del Hotel Gloria de Sant Jaume, en calle San Jaime (Tel:971-717997). Su caponata es una versión elegante pero con todos los sabores incorporados y servida con una burratina de mozzarella. Fue un entrante en su menú mediodía (21,50 €) que se sirve de lunes a viernes.