Si lo haces una bola, al introducirlo en la secadora puede reducir la electricidad estática en la ropa, actuando como un suavizante reutilizable. Envolver las esponjas de acero en papel de aluminio y colocarlas en el congelador las protege de la oxidación, prolongando su vida útil. Si cubres la tabla de planchar con este tipo de papel te permite planchar la ropa por ambos lados simultáneamente, ahorrando tiempo y esfuerzo. También puede usarse para sellar la abertura de bolsas plásticas, manteniendo los alimentos frescos por más tiempo, y si lo usas para frotar superficies oxidadas puede eliminar la herrumbre eficazmente.
Al ponerlo detrás de los radiadores, se refleja el calor hacia el interior de la habitación, evitando que se pierda en la pared. Además puedes moldearlo para crear embudos que se adapten a cualquier tarea específica. Si haces una bola verás que es efectiva para limpiar los restos de comida en las parrillas después de usarlas. El cortar papel de aluminio con tijeras desafiladas puede ayudar a afilarlas. Poner papel de aluminio debajo de las patas de los muebles puede hacer que deslicen más fácilmente sobre superficies lisas.
Además de todos estos usos, el papel de aluminio ofrece soluciones para evitar que los insectos dañen las plantas, aliviar dolores mediante su efecto antiinflamatorio, limpiar las parrillas de la cocina, decolorar el pelo y mantener limpias las esponjas de acero. Cada uno de estos trucos destaca la multifuncionalidad de un material tan común como este artículo, invitándonos a mirar más allá de sus usos convencionales para facilitar nuestras tareas diarias y resolver problemas cotidianos de maneras creativas y económicas.
2 comentarios
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Si el plástico es malo para el agua, el papel de aluminio es un disparate para la comida. Y presuntamente para todo.-
Contamina molt però