Según el tejido de la ropa el lavado se tiene que realizar de diferente manera. | Freepik

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El lavado en seco es una técnica de limpieza imprescindible para ciertas prendas que requieren un cuidado especial. Este método no utiliza agua y, en cambio, emplea líquidos especiales como percloroetileno, hidrocarburos o fluidos con silicona para eliminar manchas y suciedad, manteniendo de esta manera las fibras intactas y los colores vibrantes. La elección de qué ropa lavar en seco depende tanto del material textil como de elementos decorativos como adornos o joyas incorporadas. Los tejidos más comunes que requieren este método incluyen lana, seda, rayón o viscosa, nailon y piel o cuero. Estos materiales suelen ser sensibles al agua y pueden deformarse o encogerse si no se tratan adecuadamente.

Una de las claves para determinar si una prenda requiere lavado en seco es revisar su etiqueta. Los símbolos comunes incluyen un círculo, a veces acompañado de letras como P (percloroetileno), SI (silicona) o HC (hidrocarburos), indicando el tipo de disolvente adecuado para el lavado en seco. Antes de proceder con el lavado en seco, es importante echar un primer vistazo a las prendas para identificar manchas o áreas problemáticas. Tratar estas manchas con productos específicos para lavado en seco, puede ser eficaz. Se recomienda aplicarlo en las áreas afectadas y frotar suavemente con un paño limpio, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante.

Para aquellos que prefieren el lavado en seco en casa, existen varias opciones. Algunas piezas de ropa, como la seda, pueden lavarse a mano usando un detergente líquido suave, mientras que otras, como el terciopelo, pueden requerir técnicas específicas como el lavado en agua fría y el secado en una superficie plana. En todos los casos, es importante evitar el uso de agua caliente y una cantidad excesiva de detergente. Una vez lavadas, las prendas deben secarse adecuadamente. Para la mayoría de los tejidos delicados, se recomienda el secado al aire libre, alejado de la luz solar directa, y evitar el uso de secadoras. Las prendas también deben colgarse o guardarse correctamente para mantener su forma y evitar arrugas.

El almacenamiento adecuado de la ropa es muy importante para preservar su calidad. Utilizar perchas de madera y cerrar botones y cremalleras puede ayudar a mantener la estructura de las prendas. Además, es importante moverlas de sitio en el armario para evitar el desgaste. Siguiendo estos consejos y utilizando los productos adecuados, puedes asegurarte de que tus prendas se mantengan en perfecto estado durante mucho tiempo. Recuerda siempre consultar las etiquetas de tus prendas y, en caso de duda, acudir a profesionales especializados.