Después de bañarse en la playa o la piscina, se debe mantener la zona íntima lo más seca posible. | Pexels - Roman Odintsov

TW
0

Con las vacaciones llegan los días de playa y piscina, lo que conlleva un aumento de las probabilidades por las que sufrir una infección urinaria. La cistitis es una de las enfermedades más frecuentes durante esta temporada, afectando a casi 1 de cada 4 mujeres españolas actualmente y es la segunda infección más común en el país. Entre sus principales síntomas figura presentar sensación de molestia o ardor, dolor abdominal en la zona baja o la necesidad de ir al baño muchas veces durante el día con la sensación de quedarte con ganas. En caso de padecer algunos de lo síntomas en repetidas ocasiones, se recomienda consultar a un especialista.

En primer lugar, se recomienda beber mínimo 2 litros de agua al día. Ya que tomar líquidos favorece la limpieza de tus vías urinarias, evitando así la aparición de bacterias que provocan las infecciones urinarias. Además, se desaconseja el uso de ropa interior muy apretada o sintética. En su lugar, el tejido preferible es el algodón. Después de bañarse en la playa o la piscina, se debe mantener la zona íntima lo más seca posible y cambiarse de bañador al salir del agua. Por último, se recomienda usar jabones neutros para prevenir irritaciones en esta parte tan sensible e intentar ir al baño antes y después de mantener relaciones sexuales.

Hay que considerar que algunos factores como los cambios de temperatura entre el agua de baño y el exterior, una mayor sudoración, la arena y la humedad de los bañadores favorecen el crecimiento de microorganismos y bacterias, que afectan en las zonas íntimas y aumenta las posibilidades de padecer esta infección. Los expertos recomiendan, además, ingredientes naturales como el arándano rojo, la manosa y los probióticos para evitar la adherencia de bacterias en las vías urinarias. En tal caso que sea crónico existe una autovacuna para ello.