Los beneficios que tiene para la salud son muchos. | Pixabay

TW
0

¿Te has imaginado alguna vez comenzando el día con una ducha de agua fría? Aunque para muchos pueda parecer una tortura, la verdad es que esta práctica tiene una serie de beneficios para la salud que están respaldados por la ciencia. Para empezar, mejora significativamente tu circulación sanguínea. Cuando nuestro cuerpo se expone al frío, los vasos sanguíneos se contraen y esto impulsa la sangre hacia nuestros órganos internos. Luego, cuando nos calentamos de nuevo, nuestros vasos se expanden, lo que promueve una mayor circulación sanguínea. Esta alternancia puede ayudar a mantener saludables nuestros vasos y nuestro corazón.

Otro beneficio es que pueden fortalecer el sistema inmunológico. Estudios han demostrado que la exposición regular al agua fría puede aumentar la cantidad de glóbulos blancos en nuestro cuerpo. Estos son los encargados de combatir las infecciones y proteger nuestro organismo de enfermedades. Además, un baño frío puede tener un efecto energizante y despertar los sentidos. Cuando el agua entra en contacto con nuestra piel, el choque inicial nos alerta y estimula el sistema nervioso, lo que puede ayudar a empezar el día con más vitalidad. Algunos estudios incluso han sugerido que podría combatir parte de la depresión, ya que estimula la producción de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad.

También son aliadas de la belleza natural. En términos de cuidado de la piel, puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación, y a mantener la piel firme y saludable. Para el cabello, permite mantenerlo brillante y fuerte, ya que cierra las cutículas, previniendo daños y pérdida de humedad. Por último, si estás buscando mantener un peso saludable, este tipo de baños podrían ser tu nuevo mejor amigo.