Tomeu Martorell afirma que ha sido una buena campaña. | Pep Córcoles

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Las fiestas de Semana Santa y Pascua han supuesto un aumento de ventas notable para los ganaderos adscritos a la marca de calidad Me de Pollença. Paco Úbeda, gerente de la cooperativa pollencina, cuantifica el global en «algo más de 1.300 corderos sacrificados para el consumo en fresco durante las fiestas. Esto supone un aumento de ventas del 30 por ciento respecto del año pasado. Es realmente un resultado muy bueno».

Martí Solivellas, presidente de la cooperativa, considera que «la campaña que ha llevado a cabo el Govern incentivando el consumo de carne de cordero local ha sido, sin duda, de gran ayuda». Úbeda agrega que «una gran parte del aumento de ventas se debe a que hemos ampliado el mercado incluyendo a ganaderos de otros municipios vecinos. Es muy importante destacar que en estos momentos hemos unido esfuerzos con la Cooperativa Payesa de Inca. Esto ha sumado doce nuevos ganaderos al proyecto lo que nos ha permitido aumentar la cuota de mercado, y los resultados están siendo excelentes».

Otro de los factores positivos ha sido el precio, que este año ha experimentado un incremento de aproximadamente un diecisiete por ciento. Mientras que el año pasado el kilo de carne en canal se pagó a seis euros, en 2024 se ha pagado a siete. «Debemos destacar por otra parte que esta campaña se ha permitido sacrificar corderos de hasta trece kilos sin devaluarlo; un kilo más en canal que el año pasado. Parece poca cosa pero para el cómputo global del ganadero es mucho», precisa Úbeda.

Tomeu Martorell, presidente de la Cooperativa Payesa de Inca, coincide en que «ha sido una buena campaña de Pascua aunque realmente el beneficio no ha crecido tanto. Es cierto que se ha pagado mejor, pero el aumento se ve mermado por un aumento también de los cereales y el combustible». El payés explica: «La sequía nos ha obligado a darle una alimentación adicional al ganado debido a la falta de pastos y el aumento del gasóleo ha encarecido los trabajos de laboreo y transporte». Tomeu reconoce que este año ha vendido 90 corderos de su explotación «lo que es muy buena venta, todo hay que decirlo», sentencia.

Solivellas agrega que «los comerciantes al por menor han colaborado y este año no han subido los precios como en otras ocasiones posibilitando mayores ventas. Nosotros servimos a una gran superficie que ha ofrecido el cordero de Pascua a 9,95 euros. Se ha conformado ganando 2,95 euros por kilo pero ha vendido mucho más y nosotros también. Eso ha sido más solidario y más justo. En años precedentes veíamos como nosotros vendíamos a seis euros y en las carnicerías estaba a trece o catorce».

Tras los excelentes resultados de estas dos semanas los ganaderos temen ahora una bajada. «Es de esperar que haya ahora un descenso puesto que este año la sequía ha sido prolongada y en verano faltará mucho pasto. Todo ello se traducirá en una falta de cordero en verano y principios de otoño», dice Úbeda.

Martorell añade: «Los meses de enero y febrero tuvimos un importante déficit de lluvias. Las aguas posteriores posibilitaron que creciera un poco el pasto para estas fechas, pero para el verano se prevé que haya carestía. No sé si los ganaderos estarán animados para hacer otro esfuerzo dando cereal adicional a los rebaños». El presidente de los payeses de Inca sentencia: «Producir cordero en verano nos resulta caro y luego dependemos mucho de como vaya la temporada turística para venderlo».