Claudio Mirasso, Juana María Román, Santiago Canals, Joan Besalduch, Alicia González y Pere Riutort. | Eugenia Planas

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El martes la Reial Acadèmia de Medicina de Balears (RAMIB), presidida por Joan Besalduch, llevó a cabo la sesión científica Descifrando los efectos del alcohol en el cerebro: nuevos descubrimientos y perspectivas terapéuticas. El ponente fue Santiago Canals, científico de prestigio internacional en el estudio de la memoria, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y responsable del grupo de Plasticidad de las Redes Neuronales del Instituto de Neurociencias.

La conferencia de Canals versó sobre el estudio que ha liderado y que demuestra que el alcohol produce daños en el cerebro que no se detienen al dejar de beber. El experto compartió con los presentes las evidencias acumuladas en laboratorio en los últimos diez años sobre las alteraciones que se dan en el cerebro por el consumo y confirmó que el alcohol produce un efecto inflamatorio en este órgano cuando se bebe con asiduidad. «Una copa al día sí hace daño», remarcó, ya que su trabajo demuestra que afecta a la mielina y hace que se desarrolle una respuesta inflamatoria en la sustancia gris.

Canals explicó que hasta los seis meses de abstinencia el mal se agudiza y es en la fase temprana cuando se debe ayudar al adicto, cuyas alteraciones cognitivas y anímicas se ven alteradas hasta el punto de poder llegar a suponer un peligro para terceros. Por ello, se han estudiado tratamientos dirigidos a prevenir la aceleración de la inflamación de la sustancia blanca del cerebro así como una reducción de las recaídas. Canals, fue presentado por Besalduch ante el numeroso público, que escuchó con atención sus conclusiones.