Imagen de archivo de Makoke, durante un estreno. | Efe - Daniel González

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La trayectoria sentimental de Makoke, conocida en el mundo del espectáculo como María José Giaever, ha sido tan variada como su carrera desde sus inicios en el Telecupón hasta convertirse en una figura recurrente en la prensa del corazón española. Su vida, marcada por relaciones de alto perfil y anécdotas dignas de titular, como su supuesta escapada amorosa con Brad Pitt, ha mantenido a la malagueña bajo el escrutinio público durante años.

Con solo 23 años, Makoke dio el 'sí, quiero' a Javier Tudela, padre de su primer hijo, tras lo cual se alejó temporalmente de las cámaras para enfocarse en su nueva faceta como madre. Sin embargo, su vida amorosa tomó un giro radical tras su divorcio y su posterior relación con Kiko Matamoros, un encuentro que no solo alteró su vida personal, sino que también la situó en el centro de una serie de conflictos mediáticos.

La relación de Makoke y Matamoros, que inicialmente comenzó en el ámbito profesional, pronto evolucionó hacia lo personal, desencadenando una serie de eventos que culminaron en su matrimonio en 2016 y su eventual separación en 2019. Este periodo estuvo marcado por intensas tensiones, tanto con la exfamilia política de Matamoros como en los platós de televisión, donde ambos han compartido y disputado detalles de su vida en común.

A pesar de las vicisitudes, Makoke no se alejó de la televisión, incluso reemplazando temporalmente a Matamoros en 'Sálvame' durante su ausencia por intervenciones quirúrgicas. Su vida sentimental continuó siendo un tema recurrente en programas del corazón, donde ha participado activamente como colaboradora.

Tras su divorcio de Matamoros, Makoke encontró una nueva ilusión en Tony Spina, conocido por su participación en 'Gran Hermano VIP', aunque esta relación duró menos de un año. Después, se le relacionó brevemente con otros nombres, como Javier Berrio y Luis Martínez, este último un farmacéutico gallego que compartió con ella escapadas y experiencias al aire libre.

Hoy, Makoke ha optado por una discreción que contrasta con su pasado mediático, eligiendo vivir su actual romance lejos de las cámaras y el análisis público. Este giro hacia la privacidad marca un nuevo capítulo en la vida de la malagueña, quien parece haber encontrado en el anonimato una forma de escapar del torbellino mediático que durante tanto tiempo definió su existencia. Su decisión de alejarse del foco mediático refleja un deseo de tranquilidad y normalidad, cerrando, tal vez, una larga etapa de su vida expuesta al escrutinio público.