Dolors Garcia, Maria Pau Morell, Pere Serra, Valentina de Castellarnau, María José Morell y Gabriel Payeras. | Jaume Morey

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El museo modernista Can Prunera acogió la noche del pasado domingo un gran evento social en homenaje a Pere A. Serra, uno de los principales impulsores de este proyecto cultural.

Unas doscientas personas acudieron a este acto en el que se inauguró un relieve en bronce que representa el rostro de Pere A. Serra, obra del escultor y gran amigo suyo, Jaume Mir. Esta obra ha quedado permanentemente instalada en el comedor principal del edificio modernista, sala que a partir de ahora también llevará el nombre del homenajeado.

El evento fue muy emotivo y asistió la familia de Pere A. Serra al completo. Además, este día se cumplía el décimo aniversario de la inauguración del museo y coincidía con el que hubiera sido el 91 aniversario del que fue presidente del Grupo Serra y de la fundación Tren de l’Art.

La ministra de Turismo en funciones, Reyes Maroto, asistió al acto, junto con la presidenta del Govern, Francina Armengol. El relieve en bronce de Pere A. Serra fue descubierto por su nieto, Pere Serra Moreda.

Los invitados, entre los que había una amplia representación del arte, la cultura, la política y la empresa mallorquina y sollerica, pudieron disfrutar después de un magnífico concierto a cargo del dúo formado por Nina Heidenreich (violín) y Dina Nedéltcheva (piano).

Además, esa misma noche se estrenó también la obra musical Un somrís a Pere, una obra del compositor Antoni Parera Fons compuesta con motivo de este doble aniversario.

La velada se prolongó hasta bien entrada la noche y los numeroso invitados y personalidades asistentes pudieron disfrutar de un cóctel servido por el conocido restaurante de Sóller Can Pintxo, que regenta Álvaro Vicens.