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El Real Mallorca cambió ayer de manos, de rostros y de caras, pero dista todavía lejos de estar cerrado totalmente. Alemany vendió el 98% de las acciones a Serra por 2.050.000 euros y el de sa Pobla se quedó el 66% de los títulos y repartió el resto, 32,5 entre los otros miembros de su grupo. Sin embargo, falta la figura de uno o dos nuevos inversores con capacidad para inyectar liquidez al club y convertirse en los «socios» con mayor número de títulos y con músculo financiero. Pero hasta que esa figura aparezca, será el 'pobler' y sus hombres de confianza los que tomarán el timón del club.

El nuevo orden lo componen Josep Pons, recién nombrado presidente del Mallorca;Serra Ferrer, que ocupa el cargo de vicepresidente y se responsabilizará del ára deportiva; Miquel Coca es el secretario; Pere Terrassa asesorará en el área económica; Jaume Cladera será el vicepresidente segundo, tomará el área social y de la Fundació; Biel Cerdà se encargará del departamento de patrimonio e infraestructuras y Fernando Martos, que representa a la familia Nadal, ocupará el área de márketing.

Estas fueron algunas de las pocas cosas que quedaron mínimamente claras en la rueda de prensa que ofreció Pons y Serra tras una larga tarde que se inició en la notaría de Àlvaro Delgado a las tres y acabó pasadas las ocho en Son Moix.

El proyecto de Serra nace teñido de mucha ilusión, pero paralelamente continúa con varios frentes abiertos, como puede ser el caso del despido del director deportivo, Nando Pons. En su comparecencia no se hizo público el reparto del accionariado, al que sí tuvo acceso Ultima Hora y tampoco se anunció si existe la posibilidad de contar a corto plazo con uno o dos socios fuertes a nivel económico. Descartada la opción que representaba Paco Segarra y que aseguraba un inyección de capital inmediato, ahora Serra ha tomado el control mayoritario del accionariado.

Josep Pons "que advirtió que tenía prisa por coger un avión" en su cargo de presidente del club fue interrogado hasta en dos ocasiones por si sería un presidente remunerado o no y en las dos ocasiones eludió una respuesta teóricamente fácil de responder con un sí o un no. Utilizó la retórica.

«Soy accionista del Mallorca, por lo tanto también participo en la compra y a partir de aquí se establecerán las relaciones exactas y trabajaré por el club todo el tiempo, no habrá nada que esconder», comentó el nuevo presidente. Nada se desveló de cómo se solucionarán los problemas de tesorería, deportivos y económicos que sufre el club. De eso no hubo referencia alguna y eso precisamente es lo que más interesa a la afición e incluso a los propios empleados del club, que todavía no han cobrado el mes de julio. «Cobrará todo el mundo», dijo Serra ya una vez finalizada la conferencia de prensa en un cruce rápido de palabras con los periodistas.

Pons, en su improvisado discurso inicial quiso mandar una serie de 'imputs' positivos hacia una hinchada todavía a la expectativa. «Tenemos la mejor disposición de trabajo, de entusiasmo y de mallorquinismo. Queremos garantizar el futuro del club y estamos dispuestos a dirigirlo con la mejor disposición», manifestó Josep Pons. El diplomático, que recordó que su padre también fue presidente del Mallorca, calificó su nueva etapa como de «enorme desafío» y dijo que no era «relevante» conocer detalles del accionariado. «Lo más relevante es que se ha ejecutado la opción de compra de las acciones a Mateu Alemany por parte de Serra Ferrer, que ha convencido a una serie de personas para que le acompañemos», comentó.

Satisfacción

Por su parte Serra Ferrer dijo estar «satisfecho» por el camino que se ha emprendido e insistió en que las puertas del club están «abiertas para cualquier persona que quiera colaborar para hacer más grande lo que es la historia del Mallorca. Tenemos mucha ilusión, rigor y responsabilidad y si alguna persona quiere colaborar estamos abiertos a escucharle y si es necesario, ampliar este consejo», manifestó el vicepresidente del Real Mallorca.

Serra insistió en que «hay un grupo de gente que busca estabilidad y que el Mallorca pueda ser viable en todos los aspectos. Es un grupo de gente muy cualificada», apuntó el responsable del área deportiva del Mallorca.

A la pregunta de quién manda en el club, la respuesta fue «el consejo cuando le toque. Los vicepresidentes harán sus propuestas y el presidente tomará las decisiones que tenga que tomar. Somos un grupo de gente que tenemos unos criterios parecidos y queremos tirar adelante el proyecto. Como hemos dicho hay gente muy preparada a nivel humano y capaces de aportar soluciones para mejorar cada día», manifestó Josep Pons.

La conferencia de prensa del nuevo presidente finalizó manifestando que Serra le convenció porque «tengo una confianza ilimitada en él. Me resultó un reto muy estimulante que me hace volver joven», comentó. No hubo tiempo para más. En su día más importante como presidente del club, tenía prisa por coger un avión y marcharse.