El suboficial mayor Otero, su mujer Irene y el coronel jefe del Aeródromo de Pollença Alberto Sevilla Seguí, con su esposa Joana. | Sergi Muñoz

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Si hay un lugar en el mundo adonde siempre apetece volver, porque es belleza en estado puro, es la base de hidroaviones del Puerto de Pollença. El hecho de que esta zona del Moll se conserve intacta tras la revolución no siempre buena que supuso la llegada del turismo se debe a que pertenece al Ejército español, que se educa en la austeridad, pero también en el señorío y en la frugalidad que impone la disciplina. Y lo más importante, en el valor que se le da a la tradición.

Se puede comprobar en las casas que conforman el complejo, también en sus jardines, en su capilla, o en la cantina donde se reúnen para charlas interesantísimas los que allí habitan o están de paso, o de vacaciones, a la antigua, como las de toda la vida, con decoro, y también mucha diversión. El Ejército moderno es un lugar donde el respeto por el prójimo es norma, y precisamente por eso es inclusivo, rabiosamente actual, vivo, y más necesario que nunca, pues de él depende nuestra libertad, nuestra seguridad y nuestra independencia personal. Por eso es tan de agradecer el recibir su invitación a cualquiera de sus actos, y más si es en mi pueblo, donde hice el servicio militar, que fue, en contra de todo pronóstico, una de las épocas más fructíferas de mi vida.

El pasado domingo en el Aeródromo Militar tuvo lugar la celebración de la patrona del Ejército del Aire y el Espacio, la Virgen de Loreto. El coronel jefe Alberto Sevilla Seguí recibió a sus invitados con su característica amabilidad, impuso las medallas que honran a los que las merecen y demostró de nuevo cómo la perfecta sintonía entre el pueblo y su base es ya tradición. No faltó el alcalde de la localidad. Hubo misa, ceremonia militar, homenaje a los caídos y para terminar una copa de vino español, como es preceptivo. Antes se había celebrado una cena de gran gala en la que se puso de manifiesto que la elegancia sigue presente en esta casa de todos que es, o que debería ser, el Ejército español, por tierra, mar y aire. Por cierto, me viene al pelo, la incorporación de doña Leonor de Borbón a sus filas lo ha puesto de moda entre los más jóvenes.